Jorge Faurie: "Comienza una semana crucial para el acuerdo del Mercosur con la Unión Europea"

No hay exageraciones en sus palabras. Habla del "aporte" argentino en el G-20, no de liderazgo. Pero sí refuerza la oportunidad que representa para nuestro país ser el organizador de la cumbre que reúne a las economías más importantes del mundo. "Estamos en la mesa en la que se discute el ordenamiento financiero", destaca el canciller Jorge Faurie .

A días del encuentro de la OMC y cuando se puso en marcha la conducción de la Argentina en el G-20, el ministro de Relaciones Exteriores recibe a LA NACION en su despacho para hablar de los desafíos que se abren para el país. "Los argentinos tenemos que hacernos cargo que sin reforma previsional, sin reforma laboral, sin un cambio en nuestras pautas productivas, no avanzaremos", anticipa.

-¿Cuál es la expectativa que tiene el Gobierno sobre el G-20?

-Nosotros estamos ahora en la presidencia de un mecanismo que reúne a las principales potencias del escenario internacional, en cuanto al peso de sus economías y el peso político. No tenemos el mismo nivel, por ejemplo, que China, pero podemos hacer un aporte para dar una mirada sobre los temas que tienen una continuidad en el G-20.

-Pero, para la Argentina, ¿qué representa?

-Nos permite interactuar con este nivel de liderazgo mundial. La Argentina es un país con vocación de transformación. El mundo tiene desafíos de toda índole: en materia ambiental, del mercado de trabajo, el impacto de las nuevas tecnologías... Estamos en la mesa en la que se discute el ordenamiento financiero.

-¿Cuál será el sello de la Argentina?

-Haber logrado decisiones a nivel del grupo para tener un mundo que genere mejores condiciones para la inserción social y que se haya tenido en cuenta la revolución tecnológica y la transformación productiva.

-Traducido en algo concreto, ¿qué significa?

-Haber adoptado medidas para ver cómo manejamos la recapacitación laboral para que la gente se adapte a una revolución digital extraordinaria. Todo nuestro sistema de trabajo está cambiando. Tenemos cada vez más gente que vive más tiempo con un costo enorme en materia de salud, no alcanzan los sistemas previsionales y de jubilaciones. ¿Qué esperamos? Que las decisiones que tomemos en el G-20 nos permitan mirar los problemas de hoy con la mirada de un proceso transformador total. Como el que tiene que vivir la Argentina si quiere continuar en su trabajo de crecimiento.

-¿Se refiere a las reformas que impulsa el Gobierno?

-Los argentinos tenemos que hacernos cargo que sin reforma previsional, sin reforma laboral, sin un cambio en nuestras pautas productivas, no avanzaremos.

-Si bien algunas avanzaron en el Congreso, otras, como la reforma laboral, se demoran.

-A todos les cuesta, si no mire a [Emmanuel] Macron en Francia. Ahí se discute cómo redistribuir los recursos. Es una sociedad que se acostumbró a vivir durante 50 años muy doradita.

-¿Qué quiere decir?

-En el sentido literal, todo pintado de dorado; la Francia rococó. Pero no hay plata para sostener todo esto. Entonces, el sector agropecuario tiene que renunciar a una cosa, el automotriz a otra, y así el resto de los sectores. Hay un cambio dramático del proceso productivo y tenemos que adecuarnos a esta nueva realidad. El G-20 es la mesa donde se sientan los principales actores.

-Se dijo que el Mercosur y la Unión Europea firmarían un acuerdo de libre comercio antes de fin de año. ¿Es así?

-Estamos en la etapa final, a la expectativa. Esta semana que comienza es crucial: todos nuestros negociadores están en estos momentos en Bruselas. Estamos con los puntos finales, donde si hay voluntad política podemos llegar. Ahí estamos. El tiempo para avanzar es ahora.

-¿Por qué?

-Una vez que pase el verano, Paraguay estará en un proceso eleccionario, lo mismo con Brasil. Y, en marzo, Europa va a estar enormemente preocupada por la negociación del Brexit y el manejo de la salida de Gran Bretaña.

-¿En qué etapa se encuentra la negociación con Estados Unidos por el biodiésel?

-Nosotros vamos a seguir planteando que no causamos perjuicios a la industria americana productora de biodiésel.

-La decisión de subir el arancel ya trajo perjuicios en la Argentina: bajaron 20% las exportaciones. ¿Hay posibilidades de que den marcha atrás?

-Es un impacto realmente importante, el sobrearancel es una locura. Vamos a seguir insistiendo, tendremos que pleitear ante los tribunales americanos. Y si eso no es escuchado, seguiremos a otras instancias.

-¿Eso puede generar un conflicto bilateral?

-Posiblemente Estados Unidos no lo vea con buenos ojos, pero nosotros tenemos que defender nuestros intereses. Y esto no afecta la relación en el diálogo general con un contacto personal entre los dos jefe de estado excelente.

-¿El trabajo conjunto con Gran Bretaña por la identificación de los soldados enterrados en Malvinas y la ayuda para encontrar el submarino ARA San Juan, podría desembocar en la decisión de levantar las sanciones a las empresas inglesas que exploten la zona de las islas?

-Nosotros mantenemos el reclamo de soberanía clara, pero estamos viendo qué otras áreas tiene la relación bilateral. Y esto que han hecho con el submarino es un gesto muy significativo.

-¿Entonces se podrían terminar las sanciones?

-No es que se terminan las sanciones, pero tenemos que ir avanzando en lo que podemos gradualmente.

-Cuando usted asumió prometió una mirada más agresiva sobre la búsqueda de inversiones y la apertura comercial. ¿Hoy funciona como lo proyectó?

-Estamos un poquito mejor. Nunca voy a estar contento conmigo mismo y soy duro con mis colegas, pero la gente está focalizada. Todas nuestras misiones son para llevar comercio o traer inversiones.