Kirchner define los ejes de su gestión
En su discurso de asunción delineará sus ideas sobre el impulso a la inversión estatal y el respeto por la seguridad jurídica
El presidente electo, Néstor Kirchner, empezó a definir ayer las líneas centrales de los primeros días de su gobierno, que conformarán la base del discurso de asunción frente a la Asamblea Legislativa.
Un fuerte impulso a la inversión pública, el respeto irrestricto de la seguridad jurídica y una decidida lucha contra la evasión fiscal y la corrupción serán las principales ideas que piensa destacar Kirchner en su presentación como jefe de Estado, informaron fuentes que compartieron el día con él.
"No esperen paquetazos ni medidas rutilantes. Vamos a gobernar y a tomar medidas todos los días, desde el primero al último", dijo ayer Kirchner en la quinta de Olivos, donde visitó a Eduardo Duhalde y se probó por primera vez la banda presidencial.
Fue toda una definición. Ya había hablado con algunos de sus colaboradores para terminar de delinear la conformación de los ministerios y las secretarías y debía salir urgente hacia la Casa de Santa Cruz, donde lo esperaba el ministro de Economía, Roberto Lavagna, y otros futuros colaboradores.
Kirchner quiere imponer un nuevo estilo en el Poder Ejecutivo, distante del impacto inmediato de otras gestiones. "Vamos a provocar reformas de fondo, pero no se van a notar de la noche a la mañana", indicó anoche uno de los futuros ministros.
En la reunión con Lavagna, Kirchner escuchó un pormenorizado informe sobre el estado de las cuentas públicas y acordó la forma en que se coordinará el trabajo entre Economía y el nuevo Ministerio de Planeamiento.
Allí se acordó que Julio de Vido, que será el encargado de esa cartera, se encontrará hoy con Lavagna.
"No hay conflictos de intereses", señalaron las fuentes, pese a los rumores sobre un posible malestar de Lavagna porque Kirchner quitó de sus manos el control de la renegociación de las tarifas de servicios públicos y el plan de obras públicas, que será uno de los puntales del próximo gobierno.
Justamente la forma en que se conseguirá la financiación para esos proyectos fue parte de la charla de anoche entre el presidente electo y el ministro, que se mostró optimista sobre las proyecciones de aumento en la recaudación fiscal.
En el discurso inaugural, Kirchner prevé anunciar detalles sobre el tipo de obras, el monto de inversión inicial y la previsión inmediata de puestos de trabajo que podría generar.
También explicará los lineamientos centrales de sus ideas para combatir la evasión tributaria y ratificará su posición de revisar los contratos con las empresas privatizadas antes de disponer aumentos tarifarios, tal como previno De Vido en los últimos días.
El traspaso
Kirchner llegó a Olivos después de cuatro horas de vuelo y de un susto: el avión de la provincia de Santa Cruz que lo traía a Buenos Aires debió volver a tierra tras despegar para una revisión técnica.
Apenas aterrizó, salió hacia la residencia presidencial, donde lo esperaba Duhalde.
"Tengo muchas reuniones bilaterales con cada ministro en particular, más que las tradicionales reuniones de gabinete. Hablo con ellos permanentemente y aspiro a que ellos dialoguen", explicó Kirchner al llegar.
Con esas declaraciones intentó desinflar la expectativa de una primera reunión con el conjunto de los ministros. Hoy prevé encontrarse por separado con el canciller designado, Rafael Bielsa, y con quien conducirá Justicia y Seguridad, Gustavo Beliz. Los duhaldistas Aníbal Fernández (Interior) y José Pampuro (Defensa) esperaban también confirmar una cita para esta tarde.
Fuentes cercanas al presidente electo advirtieron que sólo después de esas reuniones podría haber un anuncio sobre la composición de las segundas líneas de gobierno.
La reunión con Duhalde duró más de una hora, que se consumió en una charla sobre "temas políticos e institucionales del país" y sobre la ceremonia de traspaso del mando, como se limitaron a relatar los protagonistas.
"El domingo voy a expresar el pensamiento y las ideas claves que vamos a llevar adelante durante nuestra gestión", añadió Kirchner en la rueda de prensa final.
Duhalde y Kirchner dialogaron a solas en el chalet presidencial. El presidente electo recorrió las instalaciones de la residencia a la que se mudará junto con su familia la semana próxima.
"El Presidente me llevó a tomar la medida de la banda porque la de él, la verdad, no me entra", contó, sonriente, Kirchner.
De allí partió a toda máquina hacia el centro. En la Casa de Santa Cruz habló, de a uno, con Lavagna, con De Vido, con Alberto Fernández (futuro jefe de Gabinete) y con Sergio Acevedo (que será jefe de la SIDE).