Kirchner dispuso la apertura de archivos secretos de la SIDE
El presidente Néstor Kirchner resolvió ayer la apertura de los archivos de la SIDE que contengan información sobre los asesinatos de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, en otro intento por mostrar señales tendientes a esclarecer los hechos ocurridos durante la protesta piquetera del 26 de junio de 2002, con lo cual el Gobierno respondió al reclamo que habían hecho anteayer familiares de las víctimas.
La decisión presidencial fue informada ayer en la Casa Rosada en una conferencia de prensa que presidió el ministro de Interior, Aníbal Fernández.
De ese modo, el titular de la SIDE, Héctor Icazuriga, deberá poner a disposición del Tribunal Oral N° 7 de Lomas de Zamora la información correspondiente.
Alberto Santillán, padre de Darío, había cuestionado anteayer al gobierno de Kirchner por la falta de asistencia oficial para el esclarecimiento de esas muertes. "El presidente Kirchner todavía no cumplió con su promesa de abrir los archivos de la SIDE", dijo.
Al mismo tiempo, militantes de la agrupación Hijos habían reclamado "juicio y castigo" para los responsables de esos asesinatos. Esto último ocurrió en un acto en Morón que encabezaba Kirchner, tras lo cual éste reivindicó su política de derechos humanos y prometió "seguir avanzando".
La decisión comunicada por el ministro Fernández, en cambio, fue calificada de "esperanzadora" por varias fuentes vinculadas con el juicio por el crimen de los piqueteros ocurrido en la estación Avellaneda, cerca del puente Pueyrredón.
Contra Duhalde
Otros interpretaron que la medida dispuesta por Kirchner puede ser un tiro por elevación contra el ex presidente Eduardo Duhalde, cuya gestión sufrió un duro traspié tras aquellos incidentes, a tal punto que debió adelantar las elecciones presidenciales de 2003.
Pese a que son aliados dentro del PJ, Kirchner y Duhalde disputan actualmente espacios de poder en el peronismo bonaerense, tanto que sus respectivas esposas, Cristina Kirchner e Hilda Duhalde, se perfilan como candidatas a senadoras por la provincia de Buenos Aires, aunque por diferentes partidos por ahora.
Otros familiares expresaron sus reservas sobre la medida: hace algunos meses, Fernández les había anticipado que esos archivos no contenían información valedera sobre el caso.
"Yo celebro que se incorporen elementos de investigación, pero cuando el Presidente se reunió conmigo me prometió muchas cosas. No cumplió ninguna. Me usó y ya no puedo creer en su voluntad de investigar", dijo ayer Alberto Santillán.
Los defensores de policías acusados tienen esperanza, en cambio, en poder demostrar que existieron infiltrados durante las refriegas que terminaron en las muertes de Kosteki y Santillán. En esos incidentes, además, hubo 33 heridos con balas de plomo.
De parte de las víctimas, en tanto, procuran lograr así el objetivo que persiguen desde 2002 de "ascender en la escala de responsabilidades por aquella represión y llegar, con la investigación, hasta el propio Duhalde".
Claudio Pandolfi, abogado de las víctimas, dijo que obtuvo "un oficio de la SIDE indicando que no existían documentos relacionados a la causa en ese organismo".
"Esperamos que no se trate de los mismos archivos que ya solicitamos en aquel exhorto judicial que fue respondido por el mismo Aníbal Fernández informando que en ellos no existía documentación sobre la masacre de Avellaneda", agregó Pandolfi, según consignó la agencia DyN.
El ministro del Interior sostuvo que la decisión presidencial es "determinar quiénes fueron los responsables".
"En su mínima expresión"
(Télam).- El ministro del Interior, Aníbal Fernández, juzgó ayer que las manifestaciones piqueteras llegaron a su "mínima expresión" y que sólo siguen vigentes las que "tienen connotaciones políticas", y en ese contexto situó a la protesta de anteayer frente a la sede del gobierno porteño.
"Llegamos a la mínima expresión de este tipo de quejas; solamente se ven las que tienen connotaciones políticas", reflexionó Fernández, que destacó la premisa de "reestablecer como corresponde la autoridad del Estado".
Remarcó que el objetivo oficial apunta a "seguir ordenando de forma tal que la gente se manifieste, por su derecho constitucional, sin perjudicar la vida de nadie".
"Reprimir no se va a reprimir nunca. En la medida que se pueda evitar cualquier acción de fuerza, se va a evitar. El camino es un poco más largo, pero sin sangre, sin herir y sin muertos", garantizó.
A modo de ejemplo, Fernández mencionó que el Gobierno logró "pasar de 3000 problemas por mes a 80 problemas por mes", en alusión a la disminución del número de piquetes a los dos años de gestión kirchnerista.
"Vamos en camino a que se restablezca como corresponde la autoridad del Estado y a que todo el que quiera manifestar lo haga en el marco de la ley, y que esto no signifique un dolor de cabeza para ninguno de los particulares", insistió Fernández.
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