Kirchner pide terminar con los piquetes
Dijo que deben "desistir" de los cortes de calles, porque si no les quitan derechos a "otros argentinos que también sufren"
En su definición más terminante contra los grupos que protestan en la ciudad, el presidente Néstor Kirchner pidió ayer terminar con los cortes de calles porque manifestarse de esa forma, opinó, "es quitarles el derecho a otros argentinos que también trabajan y también sufren".
No se refería solamente a los piqueteros, sino también a todas las agrupaciones sociales, sindicales y estudiantiles que han adoptado la modalidad de interrumpir el tránsito para potenciar sus reclamos.
El Presidente envió ese mensaje durante una entrevista que concedió a Radio 10, la emisora de mayor audiencia en la Capital, propiedad del empresario Daniel Hadad y que suele cuestionar severamente la conducta de los piqueteros. "Una verdadera libertad de expresión y de ideas debe desistir del procedimiento de cortar calles", dijo en el reportaje con los periodistas Marcelo Longobardi y Oscar González Oro, emitido desde el despacho presidencial.
Con palabras conciliadoras, Kirchner opinó también de la polémica con los jueces y con la Iglesia. Buscó bajar el tono en los dos conflictos: dijo que está "muy contento" con la actual Corte Suprema y aseguró que siente "un gran respeto" por el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge Bergoglio, como forma de negar una señal política detrás de su decisión de trasladar a Santiago del Estero la celebración del tedeum por el 25 de Mayo.
Habló de "recuperar la clase media", reiteró que si fuera por él su esposa, Cristina Fernández, ya hubiera lanzado su candidatura a senador nacional por la provincia de Buenos Aires, marcó diferencias con el régimen de Fidel Castro en Cuba y calificó como "muy positivo para la democracia" el movimiento de reclamo por seguridad encabezado el año pasado por Juan Carlos Blumberg tras el asesinato de su hijo, Axel.
Pero las expresiones más novedosas respecto de su discurso habitual fueron aquellas referidas a los piquetes. Desde el principio de su mandato, Kirchner intentó sumar a los piqueteros en su proyecto político. Lo logró sólo con un sector. Hasta hace un año, su política de control de las protestas callejeras impedía cualquier tipo de intervención policial. Aunque se endureció tras el ataque contra la Legislatura porteña de junio de 2004, siempre había medido sus palabras respecto de las manifestaciones sociales.
"Poco a poco, en paz, en convivencia, sin represión y demás, el movimiento piqueteril tal cual lo conocimos ya tiene otros roles totalmente diferentes, porque ahora cuando alguien sale a cortar la calle son movimientos políticos o sindicales, pero ya no es esa expresión anárquica que se veía", sostuvo el Presidente.
En ese sentido, destacó que algunos piqueteros se hayan incorporado al Gobierno. "El camino es exponer las ideas en diferencia sin perturbarnos. Uno puede hacer una movilización sin tener que cortar o extorsionar la voluntad del resto", dijo.
Con los taxistas
Ante una pregunta sobre las quejas de la sociedad ante los piquetes, el Presidente respondió: "Yo ando en la calle también y he estado envuelto en varios cortes piqueteriles y en algunos casos me he bajado y he conversado con algunos amigos taxistas y demás que simpáticamente con un rosario de pu... bueno... no se puede decir por radio, y yo les explicaba que después de lo que pasó en la Argentina la paciencia es fundamental para ir encauzando las cosas".
No fue la única vez que se acordó de los taxistas, entre quienes Radio 10 tiene fuerte llegada: "Me conmueve la clase media argentina. Me encanta escuchar a los taxistas cuando me saludan. Creo que, además de recuperar la clase trabajadora, hay que recuperar nuestra clase media que fue un gran motor de transformación", dijo.
En otro tramo de la entrevista, Kirchner aludió directamente a la crítica que lanzó ayer el ministro de la Corte Carlos Fayt. El juez había dicho: "Nosotros no somos los jueces del Presidente", como respuesta a las quejas del Gobierno por el fallo que autorizó la excarcelación del empresario Omar Chabán, principal acusado por la tragedia de Cromagnon.
La réplica de Kirchner buscó cerrar la polémica: "Me sentiría muy mal si un juez fuera del Presidente, porque entonces todo lo que hemos hecho no hubiera servido para nada". Igualmente, reivindicó su derecho a opinar sobre los fallos: "Que yo opine, no quiere decir que le esté dando una orden a un juez", dijo.
Tampoco olvidó el tema electoral: reiteró que necesita apoyo para gobernar, pero aclaró que no le gusta "asustar con eso del caos que usaron otros". Y anunció que en 20 o 25 días estará en condiciones de definir las candidaturas del oficialismo.