La relación con la Casa Blanca: cita de primer orden en medio de un cortocircuito diplomático. Kirchner y Bush se reúnen el martes
Acordaron ayer verse en México; fue antes de que se conocieran fuertes críticas de un funcionario de Washington al Gobierno
Cara a cara, Néstor Kirchner y George W. Bush podrán repasar el martes próximo una larga lista de temas de preocupación bilateral, como el plan argentino para pagar la deuda con los acreedores privados y la posición del país en el escenario político regional.
Los alcances de la reunión, que tendrá lugar en la ciudad mexicana de Monterrey, terminaron de definirse ayer poco antes de que la Cancillería supiera que Roger Noriega, el encargado de asuntos latinoamericanos del gobierno estadounidense, había lanzado una durísima crítica a la diplomacia de Kirchner.
Noriega cuestionó un supuesto "giro a la izquierda" de la política exterior argentina y anunció que esa actitud preocupa y decepciona a su país.
Todavía sorprendido por semejante crítica, Bielsa confirmó anoche a LA NACION la reunión entre los dos presidentes y la calificó como "una señal de la madurez en las relaciones" entre la Argentina y los Estados Unidos.
Bielsa recibió ayer al embajador norteamericano en Buenos Aires, Lino Gutiérrez, para definir cómo será la segunda conversación formal entre Kirchner y Bush. Todavía se desconocían las palabras de Noriega ante el Consejo de las Américas, un influyente foro de empresarios y diplomáticos con sede en Nueva York.
A media tarde, Bielsa volvería a hablar con Gutiérrez para que transmitiera al Departamento de Estado su malestar por la fuerte crítica de Noriega.
Si bien los sorprendió el momento en que ocurrió, los diplomáticos argentinos que manejan la relación con los Estados Unidos esperaban que en algún momento llegara un "ataque" desde Washington.
Ya se habían recibido señales de que un sector republicano ve con desconfianza el posicionamiento político de la Argentina en América latina, en especial su relación con el régimen cubano de Fidel Castro y con el líder opositor boliviano Evo Morales. Tampoco había agradado la posición del gobierno de Kirchner en las negociaciones del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
La audiencia entre los dos presidentes surgió por pedido expreso de la Casa Blanca, cuando lo convencional es que el Departamento de Estado (equivalente a la Cancillería) solicite las reuniones bilaterales.
En el Gobierno consideran que el hecho de que Bush dedique al presidente Kirchner una reunión exclusiva, de agenda abierta, es una muestra de que no existe tensión diplomática.
"No esperábamos una declaración como la de Noriega porque objetivamente construimos un buen trato bilateral. Nos parece poco feliz, pero no tenemos en claro cuánto representa la opinión del gobierno de los Estados Unidos", señaló a LA NACION el jefe de Gabinete, Alberto Fernández.
Bush y Kirchner viajarán el lunes a Monterrey para participar de la Cumbre Extraordinaria de las Américas, en la que se prevé discutir sobre las vías para el desarrollo económico y la lucha contra la pobreza en el continente. Se verán el martes, de 11 a 12.
Por norma, el presidente de los Estados Unidos suele otorgar un máximo de tres reuniones bilaterales cuando va a una cumbre internacional. Hasta anteayer, sólo había confirmado una charla con el mexicano Vicente Fox.
Prioridad: la deuda
Para Kirchner, su diálogo con el presidente de los Estados Unidos contiene una prioridad casi excluyente: obtener apoyo para el plan de pago de la deuda en default, que incluye una quita del 75 por ciento.
Por eso, decidió ayer incluir en la comitiva al ministro de Economía, Roberto Lavagna, que en principio no iba a participar de la cumbre convocada por la Organización de Estados Americanos (OEA).
Bush había dado un fuerte respaldo a la posición argentina durante la negociación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), firmado en septiembre, poco después de la visita de Kirchner a la Casa Blanca.
En los últimos meses la Casa Blanca tomó distancia de las necesidades financieras argentinas. En un año electoral, Bush aspira a conquistar el voto latino: prevé un impactante acuerdo sobre inmigración con México y considera prioritario satisfacer los reclamos de mayor firmeza de los anticastristas que residen en los Estados Unidos.
La política argentina respecto de Cuba y de Bolivia formará parte de la conversación con Bush, confirmaron fuentes de la Cancillería.
Se sabe que Washington aspira a que la Argentina condene a Castro en las Naciones Unidas por las violaciones a los derechos humanos en la isla y que interrumpa su relación con el cocalero Evo Morales, a quien considera "fuera de la ley".
Repercusiones
Pernasetti (UCR)
"Las declaraciones de Noriega significan una nueva presión del gobierno de los Estados Unidos, y hay que enmarcarlas dentro de la campaña electoral con vistas a las elecciones presidenciales que ya se inició."
Gómez Diez (P. Renovador)
"Aspiramos a que la Argentina no siga el camino equivocado, que sería acercarse a países como Venezuela o Cuba, y siga en cambio el ejemplo de los países exitosos del continente, como es el caso de Chile."
Raimundi (ARI)
"Son expresiones de la extrema derecha que gobierna Estados Unidos, que además ha perdido toda autoridad moral para dar recomendaciones... El metamensaje es: "Tengan cuidado si no hacen lo que les digo"."
lanacionar