La AFIP le permitirá saldar sus deudas a OCA, la empresa ligada a Moyano

La relación del gobierno de Mauricio Macri con Hugo Moyano está pasando por su momento de mayor tensión. Pero el líder camionero estaría a punto de garantizarse en los próximos días la paz en al menos uno de sus frentes más explosivos: OCA. Contra todos los pronósticos, la empresa postal privada más grande del país, que emplea a unos 7000 afiliados al gremio de camioneros, estaría pronto en condiciones de resolver su conflicto con la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), con la que tiene una deuda del orden de los $3700 millones, que la pone al borde de la quiebra.

La compañía, que en los papeles preside el excéntrico Patricio Farcuh, ya había logrado que un juzgado de Lomas de Zamora le aprobara, a fin de noviembre pasado, la apertura del concurso de acreedores, después de más de seis meses de que se hubo iniciado. Unos $2800 millones de los $3700 millones que tenía de deuda con la AFIP fueron alcanzados por el concurso. Y la AFIP prevé en esos casos un plan de pago de 96 cuotas para las deudas impositivas y de 48 para las previsionales. Un gran alivio para cualquier deudor.

Sin embargo, le quedaba por resolver todavía un pasivo de unos $900 millones, generado en el período posconcursal (a partir de mayo de 2017), monto que, dada su situación financiera, parecía imposible de pagar. La empresa, además, tenía librados embargos a pedido del organismo recaudador por más de $900 millones.

Según confiaron a LA NACION fuentes de la AFIP, en los próximos días esos embargos se estarían liberando. Por lo que OCA, en caso de desearlo, estaría en condiciones de saldar todo su pasivo posconcursal y, así, recibir el certificado de “libre de deuda” que le exige el Enacom, el organismo regulador del sector, para poder renovar en febrero su licencia postal, la llave de su negocio. El Enacom está esperando desde diciembre el visto bueno de la AFIP para poder tomar una decisión.

La gestión es la clave

“OCA va a poder aplicar gran parte de los embargos a la deuda posconcursal. Si se miran los montos embargados y la deuda, están empatados”, confirmó una alta fuente de la AFIP. “Lo que hay que ver es que después pague, y además si recuperan el negocio, hace el ajuste de personal que necesita hacer, recupera clientes perdidos… Si no, de nuevo va a estar en una situación complicada”, explicó la fuente, que reconoció que la empresa de Farcuh finalmente parece haber “zafado” de la horca.

“La decisión del juez de abrir el concurso dejó a OCA en estado de equilibrio. Y con la plata de los embargos resuelve el otro problema. La cuestión después dependerá de la gestión”, insistió la fuente. LA NACION intentó contactarse ayer con Farcuh, pero no obtuvo respuesta.

En su momento, el juez comercial de Lomas de Zamora había dejado la puerta abierta para que la deuda posconcursal también fuese considerada como parte del concurso. La AFIP, de hecho, le había hecho un pedido de aclaración. Sin embargo, legalmente no podría continuar con los embargos, por lo que la empresa postal estaría recibiendo el oxígeno que tanto necesitaba.

El alivio para OCA llega justo cuando el frente judicial de Moyano está complicándose, sobre todo luego de que, a raíz de un informe de la Unidad de Información Financiera (UIF), la Procuraduría que investiga lavado de activos (Procelac) lo denunció junto a su hijo Pablo, a la Federación de Camioneros, a OCA y a otras empresas y entidades por presunto lavado de activos de origen ilícito. La UIF detectó pagos millonarios de OCA y otras empresas a compañías vinculadas a Moyano.

Desde el Gobierno hace tiempo que venían siguiendo de cerca la situación de OCA. Cerca del presidente Macri habían evaluado diversas opciones para la empresa, que funciona como bastión de Camioneros: se barajó desde conseguirle un comprador privado hasta intervenirla o hacer que la absorbiera en parte el Correo Argentino. Pero, tras varias idas y venidas, nunca se logró encontrar una salida legal que evitara el colapso.

Hasta que inició formalmente su concurso, OCA era, junto con Oil Combustibles, del empresario Cristóbal López, uno de los principales deudores de la AFIP. El organismo que conduce Alberto Abad le reclamaba a Farcuh retenciones no ingresadas o depositadas fuera del término legal correspondientes a Ganancias e IVA, además de retenciones de aportes correspondientes al personal en relación de dependencia.