Tanto Mauricio Macri como Alberto Fernández parecen correrse a su derecha en campaña para responder a un presunto pulso social que se distancia de la agenda progresista.
- Esta campaña nos está mostrando un corrimiento hacia una centro-derecha, y se puede ver y ejemplificar con dos medidas que tomó el Gobierno, que tiene una capacidad de medición del humor social muy preciso, al menos hasta ahora. Veremos si seguirá acertando.
- En este marco, aparecen dos medidas, una que fue muy criticada porque parece muy contracultural para una campaña, para una percepción colectiva de hacia dónde están las preferencias. Esta medida es el Servicio Cívico Voluntario, que además fue puesta en marcha por la ministra que más representa un ideario de derecha para los sectores progresistas, como es Patricia Bullrich.
- Sin embargo, el Gobierno lanza esta medida en la etapa final de la campaña electoral, y no solo eso, la promocionó y, en la primera convocatoria, aparecieron 9000 aspirantes para 1200 vacantes, que empiezan a partir de mañana.
- La otra medida, que se conoció ayer, es la decisión de devolverle a Agricultura, Ganadería y Pesca el rango de ministerio, que había sido rebajado a secretaría durante este mismo Gobierno, y, a su vez, devolverle retenciones a la agroindustria. Optó por este en lugar del de Trabajo, que también perdió ese rango en la gestión de Mauricio Macri.
- En paralelo, Alberto Fernández, el candidato del kirchnerismo, había hablado de las retenciones a la agroindustria días antes. Estamos viendo que Alberto Fernández, cuando se mete con los temas económicos, si se va mucho hacia la mirada más estrictamente "populista" o progresista, empieza a tener ruidos, y lo corrigen desde su propio equipo. Lo corrigieron sobre las Leliq, sobre el dólar.
- Además, nadie se atrevió a hablar de no pagar la deuda con el FMI. Todos hablan de renegociar. Cada vez que alguien bordeó esa orilla, lo corrieron rápidamente al centro. Quien más representa la voz más dura del sector popular o progresista de la fórmula del kirchnerismo, que es Cristina Kirchner, terminó hablando mal de las segundas marcas. "Pindonga" y "cuchuflito".
- Pareciera verse que el margen de votantes "indecisos" que ambos lados tienen que salir a buscar no está en las playas del progresismo o lo nacional y popular. Parece estar más hacia la derecha. Hoy se conoció una encuesta que dice, básicamente, que Macri en 2015 tenía que decir que iban a seguir los planes sociales, la asistencia social, no podía hablar de devaluación y demás. Hoy, Alberto Fernández está hablando de un dólar retrasado, es decir, está diciendo que tiene que haber devaluación. Algo impensable en aquel momento.
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