La Cámpora le dedicó críticas veladas a Scioli

SANTA TERESITA.- El discurso de apertura del gobernador Daniel Scioli se pierde detrás del multitudinario y nada casual canto que llega desde el fondo de la amplia carpa, pleno de voces bien jóvenes. "El que no salta es de Clarín", repiten y rebotan sobre las tablas. Promedia ya el cierre y los mismos muchachos se suman al auditorio con su himno: "Llega la gloriosa JP ...", braman con aires de hinchada futbolera.

La militancia más joven del justicialismo, por sobre todo kirchnerista y envuelta en las banderas de La Cámpora, se hizo sentir y mucho en el cónclave del peronismo bonaerense. Y no sólo en esas manifestaciones que, melodía de por medio, sumaron varios aplausos. A veces, como adhesión genuina, otras para conformar y permitir que el acto encabezado por funcionarios e históricos no se detenga.

Más de 200 muchachos de entre 18 y algo más de 30 años pasaron por la pequeña carpa que reservaron a la Comisión de Juventud, un espacio embanderado con imágenes de Néstor Kirchner y Hugo Chávez. La mesa que llevó la voz y a la vez moderó el debate la integraron Facundo Tiguanelli, flamante funcionario en Desarrollo Social; Bruno Baschetti, de San Miguel; Facundo Pajón, de La Matanza; la marplatense Mariana Cuesta, y Juan Manuel Moreira, dirigente de la Juventud Peronista en Lanús.

Tiguanelli fue el más contundente. Cuestionó a los que hablan de un fin de ciclo del kirchnerismo con el gobierno de Cristina Kirchner. Y a ellos les recordó este encuentro de ayer, con un sábado de febrero con tanta militancia en Santa Teresita. "Si estuviera en la vereda de enfrente, me preocuparía", dijo.

Casi de reojo observó la diáspora de dirigentes que ahora es parte de otras fuerzas. "El que se fue y se equivocó vuelve solo, y al que es traidor lo juzga el pueblo", recordó a sus pares. "No nos calentemos por los que se fueron, sino por los que están llegando", reclamó.

El mensaje común de la mesa fue aunar criterios y salir a buscar a millones de jóvenes que se convenzan de que el proyecto kirchnerista es el camino. Hablaron de los que accederán al plan Progresar, la Asignación por hijo o el primer trabajo en la última década. "Hay que llegar a cada joven y sobre puntos de acuerdo claros, sumarlos", pidió Baschetti, que fue de los que reclamaron autocrítica. "No puede ser que les damos la oportunidad del voto a los que tienen 16 y 17 años, y nos votan en contra", dijo.

Pereira fue de los que se metieron y profundizaron en un dilema vigente, como es el de si es lo mismo ser peronista o kirchnerista. "Si sos peronista sos K y si sos K sos peronista", planteó para acabar con las dudas y sí prefirió meterse en otra cuestión interna, como es la de los eventuales candidatos que no terminan por representarlos. "No queremos un PJ que sea marketing político ni tapa de revista", sostuvo el dirigente de Lanús. Fue la primera de varias alusiones que terminaron por rodear la incomodidad que les genera Daniel Scioli como posible heredero de Cristina Kirchner para 2015.

Tiguanelli reconoció que diez años de gestión desgastan a cualquier funcionario. Pero se leyó como obvia la referencia a Scioli cuando dijo que el que se desgastó menos "es el que tiene acceso a los medios y los intereses económicos, que lo tratan mejor". "Aprovechemos las paredes no para pintar contra los candidatos del Frente para la Victoria que no queremos, sino contra Clarín y el poder económico que los apoyan y son el verdadero enemigo", señaló.

Y aunque las cabezas más visibles de la Juventud Peronista anticiparon que se mantendrían al margen del debate, Eduardo "Wado" de Pedro hizo una pasada para marcarles un rumbo claro para los que miran con recelo a dirigentes que andaban por el mismo campo de golf de Santa Teresita . "Hay que discutir sin el peronómetro en mano", recomendó. Por su parte, Tiguanelli dejó a los participantes un mensaje claro: "Marquémosles la cancha a los candidatos del FPV que no queremos y matémosles a sus aliados", insistió sobre una campaña con blancos claros.