La CGT celebró la quita de los subsidios y pidió por Ganancias
Por orden de Moyano, apoyó la medida, pero reclamó mejoras para los trabajadores
Sin aparecer en escena y aún sumido en el luto por la reciente muerte de un hijo, Hugo Moyano evitó participar ayer de los actos por el Día de la Militancia peronista, aunque ordenó divulgar un comunicado con la posición de la CGT sobre la quita de subsidios que instrumentó la Casa Rosada.
El mensaje que envió Moyano celebró la medida económica que aplicó el Gobierno, pero volvió a bajar en tinta su insistente reclamo para modificar el tope del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias.
"La CGT aplaude la medida del gobierno nacional que por fin deja sin efecto subsidios a sectores empresarios, que son los que más ganan y que siempre se han servido del Estado, y a barrios donde viven los ricos de CABA y GBA puesto que realmente no se justifica el auxilio del Estado", expresa el comunicado firmado por Moyano y el dirigente judicial Julio Piumato.
Las exigencias vinieron a continuación. "Restan sectores que sí necesitan el auxilio del Estado nacional o situaciones a reparar como las del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias a los que perciben un salario por su trabajo y las asignaciones familiares, que por su carácter universal deben beneficiar a todos los trabajadores. Ambos derechos fueron cercenados hace 10 y 11 años por las políticas neoliberales que arrasaron la Argentina y hoy siguen siendo algunas de las asignaturas pendientes de este modelo nacional y popular", pidió la central obrera.
Actualmente, el tributo del mínimo no imponible para los empleados casados con dos hijos es de $ 7998, mientras que para los trabajadores solteros es de $ 5782. La última modificación fue el 31 de marzo de este año. La CGT anhela aumentar o eliminar el umbral a partir del cual se paga el tributo.
Hace dos semanas, la comitiva oficial que acompañó a la presidenta Cristina Kirchner a la cumbre del G-20 , en Cannes, había desestimado cualquier suba o cambio impositivo.
Nueva presión
A pesar de que desde el Gobierno ya le habían advertido a Moyano que el tributo no se modificaría, los pedidos volvieron a activarse con el mensaje de ayer. Pero la exigencia más dura y desafiante la había hecho hace dos semanas el secretario adjunto de los camioneros, Pablo Moyano, que lanzó amenazas terminantes si no surgen respuestas concretas a sus demandas.
El gremio de los camioneros celebrará su día el 15 de diciembre con un acto en el estadio de Huracán. El tono del mensaje que decida usar Moyano en esa jornada dependerá de las señales que le envíe el Gobierno, aseguraron a LA NACION en su círculo íntimo.
El líder camionero desea anunciar ante una multitud un bonus navideño y un beneficio impositivo que parece hasta el momento imposible.
Decaído y sin ánimo por el reciente fallecimiento de su hijo Emiliano, Moyano decidió recluirse y evitar apariciones públicas. Se ausentó ayer con aviso del consejo justicialista que se llevó a cabo en Santa Cruz con gobernadores, funcionarios y dirigentes sindicales. Tampoco participó del acto por el Día de la Militancia que las 62 Organizaciones Peronistas celebraron en el Salón Felipe Vallese de la CGT.
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