El perfil ideológico de los jueces traerá cambios en los fallos. La Corte se inclina hacia un nuevo perfil
La orientación política de quien ocupe la vacante de Moliné O´Connor será definitoria en la tendencia del máximo tribunal
El viernes próximo vencerá el plazo para que el presidente Néstor Kirchner nomine al nuevo integrante de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y, si bien aún subsisten dudas sobre quién será su candidato, algo es seguro: mientras la composición del tribunal de los años 90 fue marcadamente conservadora, ahora estará más orientada hacia la centroizquierda.
Por eso, el nombramiento que efectúe el Presidente para reemplazar a Eduardo Moliné O´Connor no será neutro. Carlos Menem, cuando llegó al poder, nombró como jueces supremos a sus amigos o conocidos. Sabía que le iban a responder en las instancias más complicadas de su gestión.
Algunos nombres sonaron hasta hace poco: el mismo Moliné O´Connor o Julio Nazareno, por ejemplo. Otros, más lejanos, cayeron casi en el olvido: Mariano Cavagna Martínez o Rodolfo Barra. Pero nadie duda de que todos eran conservadores.
Esos magistrados, junto con el apoyo ocasional de los que venían desde 1983 -Carlos Fayt, Augusto Belluscio y Enrique Petracchi- lo acompañaron en las reformas económicas, aunque casi nunca lo avalaron en las medidas políticas.
¿Está haciendo lo mismo Kirchner? ¿Está nombrando a una mayoría, pero de sentido ideológico inverso?
No hay duda de la calidad intelectual de Eugenio Zaffaroni. Pero, al margen de eso, son conocidas sus posiciones de centroizquierda. Y, por su parte, Carmen Argibay, en declaraciones públicas, admitió estar ubicada en ese lugar del arco ideológico.
Posiciones
¿Cómo se ubican los demás jueces del tribunal? Petracchi, el presidente del cuerpo, es de una conocida tendencia liberal. Y algo parecido puede decirse de Fayt, que parece dispuesto a seguir en la Corte.
En una postura cercana a la de Petracchi se lo puede ubicar a Juan Carlos Maqueda, mientras que Antonio Boggiano, confesionalmente católico; Belluscio y el cuestionado ministro Adolfo Vázquez, sobre quien pesa un dictamen acusatorio de la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados, se inclinan ideológicamente hacia el otro costado.
La posición ideológica del tribunal ya está bastante definida, por lo menos para algunos asuntos.
Seguramente, con la incorporación de Argibay, habría número para que se declaren inconstitucionales las leyes de amnistía, votación en la que Boggiano y Maqueda se sumarían a los jueces de centroizquierda en contra de la validez de las normas exculpatorias. Nombrar a un juez de esta tendencia sólo confirmaría la certeza de que la Corte va a dictar ese fallo.
Por otra lado, es imaginable que se produzca un cambio sustancial en algunos asuntos vinculados con las garantías en el proceso penal y con la seguridad.
Así, es previsible que el tribunal ya no avalará detenciones policiales de dudoso origen, como hizo en 1998. No cabe duda que, de la mano de Petracchi y de los nuevos jueces, girará hacia posiciones más garantistas.
Pero, evidentemente, otras situaciones podrían despertar mayor controversia, como podría ser un pronunciamiento sobre el aborto, un tema que, por ahora, no está planteado en la Corte.
"No entiendo para qué se pronunció sobre ese tema. Mucho menos, para qué manifestó ser atea militante", dijo a LA NACION, desde su descanso, uno de los colegas de Argibay.
En un debate como el aborto, Boggiano, por un lado, y Argibay y Zaffaroni, por el otro, se alinearán en posiciones opuestas, con más posibilidades de imponerse para los segundos.
El próximo 23 vencerá el plazo -por lo menos, teóricamente- que surge de aplicar el decreto 222/03 para cubrir la vacante que quedó libre con la destitución de Moliné O´Connor.
Controversia
Si bien el constitucionalista Gregorio Badeni, defensor del ex juez, sostiene que "Kirchner no puede nombrar al reemplazante de Moliné O´Connor hasta que el Senado no rechace el recurso extraordinario que presentamos", en el Gobierno no parecen tener en cuenta esa opinión y efectivamente se cubrirá la vacante.
Es cierto que el Senado aún no se pronunció sobre la procedencia del recurso extraordinario que presentó Moliné. "Pero el fallo de destitución dictado por el Senado, actuando como tribunal, en principio es inapelable", dijo a LA NACION una alta fuente del Ministerio de Justicia.
Y, por otra parte, la mera presentación del recurso, en la doctrina de la Corte, rara vez suspendió los efectos de la sentencia. En otras palabras, hay argumentos para sostener que la vacante de Moliné O´Connor puede ser cubierta.
Ahora, el Presidente tiene que decidir no sólo el nombre de su futuro candidato sino su perfil ideológico.
Si se inclina por Alicia Ruiz o Ana María Figueroa, continuará con el mismo criterio ideológico que parece haber guiado la elección de Zaffaroni y de Argibay.
Si, por el contrario, elige a Elena Highton, Hilda Kogan -las dos juezas más mencionadas en los últimos días-, Aída Kemelmajer de Carlucci o María Angélica Gelli, estará tratando de llevar la Corte hacia el centro.
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