La crisis de la Alianza sigue latente
Si gana De la Rúa, acepta que Fernández Meijide pueda competir por la gobernación de Buenos Aires.
Poco o nada cambió con respecto a las diferencias internas de la Alianza. Apenas sí estarían gozando de una tregua, pero no de la paz. Y esa tregua es aprovechada por uno y otro lado para acumular argumentos, acusaciones, réplicas y desconfianzas.
Fernando de la Rúa mantiene su posición de que el 29 de noviembre la Alianza defina la fórmula, no sólo la candidatura presidencial, como quiere el Frepaso.
De la Rúa asegura, según sus voceros, que si sale segundo en esa elección será vicepresidente, pero que si quien ocupa el segundo lugar es Graciela Fernández Meijide, ésta tiene libertad de decidir acerca de cuál es el camino que prefiere seguir. El candidato de la UCR quiere saber, en ese caso, antes de la elección, quién reemplazaría a su rival como integrante de la fórmula.
De hecho, De la Rúa está aceptando por primera vez que Fernández Meijide podría ser la candidata a gobernadora de la Alianza en la provincia de Buenos Aires.
La propuesta de De la Rúa tiene ya dos semanas sin que el Frepaso la haya contestado.
En algún momento se mencionó la posibilidad de que en ese esquema, si Graciela Fernández Meijide no acepta ser candidata a la vicepresidencia, su lugar lo ocuparía el intendente de Rosario, el socialista Hermes Binner, como representante del Frepaso.
Pero dentro del propio Frepaso la alternativa de Binner fue rechazada por no pertenecer al Frente Grande, el ala más dura de los frepasistas, en la que están el Partido Comunista y el Partido Intransigente, entre otros.
Binner proviene del socialismo popular y por esa razón fue resistida -y descartada- la posibilidad de ser un eventual reemplazante de Fernández Meijide.
De la Rúa quiere cubrir ese flanco conociendo de antemano -en caso de ganar la lucha interna- quién sería su acompañante en la fórmula.
Pero el Frepaso, anulada la posibilidad de Binner, no respondió al pedido de De la Rúa.
En el radicalismo se especula acerca de los motivos de esa falta de respuesta. "¿No contestaron porque no están de acuerdo entre ellos o porque no tienen otro nombre para proponer?" se preguntan en la UCR.
Simultáneamente, Rodolfo Terragno, uno de los hombres que en estos días críticos de la Alianza trató de acercar a las partes, dijo que "De la Rúa no puede moverse de la posición de que se debe votar por la fórmula completa" y, además, cree que "no tendría mejor acompañamiento que el de Graciela Fernández Meijide".
Los argumentos radicales
Hay otra razón por la cual De la Rúa no puede modificar su posición de sustentar la elección de la fórmula completa.
El jefe de Gobierno de la Ciudad no sólo cree que va a ganar. Al anunciar que está dispuesto a acompañar como postulante a vicepresidente a Fernández Meijide trata de despejar la posibilidad de que otros radicales intenten pelear por el segundo lugar del binomio de la Alianza.
En el radicalismo toman en cuenta otra posibilidad:"Si De la Rúa anuncia que puede volver al cargo de jefe de Gobierno, no van a faltar los pícaros del Frepaso que empiecen a ofrecer la vicepresidencia a los radicales", aseguran en la UCR.
De ese modo, podría suceder que algunos estuvieran más interesados en la vicepresidencia que en la propia campaña de De la Rúa para ser candidato presidencial.
Con mucha seguridad, en la sede del comité de campaña, en Alsina al 1700, se aseguró "que mucha de la reacción de Alvarez tiene que ver con que De laRúa va aumentando su ventaja en la competencia con Fernández Meijide".
Una cuestión de actitud
Para Fernando de la Rúa, además, la actitud del Frepaso, expresada mediante de Chacho Alvarez con la acusación de "un sistema de corrupción delarruista" y la calificación de "procesistas" para algunos de los funcionarios del gobierno de la Ciudad, son dos aspectos que el precandidato radical no terminó de digerir y que íntimamente lo afectan más de lo que deja traslucir.
Considera esas acusaciones como parte de una escalada del Frepaso tendiente a desgastarlo.
Pero, por sobre todas las cosas, entiende que el Frepaso tomó una actitud "excesivamente opositora", que excede largamente los límites propios de una campaña electoral interna de dos partidos integrantes de una coalición.
"El tono utilizado en esta ofensiva contra De la Rúa se ajusta mucho más a dos partidos enfrentados que a la competencia por una elección interna", dijo el diputado radical y jefe de la campaña, Rafael Pascual.
Pascual aseguró que, curiosamente, la ofensiva de Alvarez comenzó casi inmediatamente con la aparición de pintadas en las cercanías de la Facultad de Ciencias Económicas en las que decían " Ni procesistas, ni corruptos, Graciela presidenta".
Sólo se ha conseguido una tregua que, por ahora, es precaria.
Por Atilio Cadorín
Por una secretaria
En su contraataque a Carlos "Chacho" Alvarez, que comenzó el sábado último, Fernando de la Rúa intentó volcar sospechas de corrupción sobre el Frepaso. Respondía así a las acusaciones de la cúpula de esa fuerza, que lo había hecho responsable de una supuesta red de funcionarios que realizaba maniobras ilegales dentro del gobierno porteño. De la Rúa insistió -en el reportaje que dio a La Nación y en diálogos radiales- en que observaba "un comportamiento dual" por parte de sus socios "porque los mismos hechos se han presentado en la Legislatura con una empleada del señor (Ariel) Schifrin, que es el secretario administrativo, dependiente del señor (Aníbal) Ibarra, la cual hace una declaración haciendo otras imputaciones y esto parece que es una cosa distinta y distante, y estoy seguro de que Ibarra y todos los que están en la Legislatura quieren combatir la corrupción, de manera que son episodios que deben mirarse con igual perfil".
El jefe radical se refirió así a una empleada de la planta transitoria de la Legislatura porteña, que trabajaba como una de las secretarias de Schifrin, secretario administrativo del cuerpo.
La mujer fue despedida en junio, luego de que la Dirección Financiero-contable de la Legislatura descubriera que había adulterado unas boletas por un valor inferior a los mil pesos, según fue publicado entonces en un matutino y confirmado ayer por fuentes legislativas a La Nación . Esas boletas correspondían a la "caja chica" de la secretaría administrativa.
Ibarra eligió no responder públicamente a De la Rúa porque consideró que hacerlo sería "aceptar la comparación" entre "funcionarios políticos y jerárquicos, como los sospechados en su administración, con una empleada que no ocupaba un cargo político ni manejaba dinero del presupuesto de la Legislatura", dijo un allegado al frepasista.
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