La CTA quedó al borde de una fractura definitiva

La Central de los Trabajadores de la Argentina (CTA) no se puede fracturar, porque ya está partida. Ese argumento, en apariencia contradictorio, quedó flotando luego de que se truncaron las negociaciones entre los dos sectores que pujan por el control de la central obrera y que, a casi dos meses de haber celebrado elecciones nacionales, no pueden definir si la conducción quedó en manos del docente Hugo Yasky, afín al Gobierno, o del estatal Pablo Micheli, opositor al kirchnerismo.

El abismo entre ambos grupos volvió a profundizarse ayer luego de que Micheli amenazó con romper y crear una nueva organización sindical, postura calificada de “delirante” por Yasky. Y no se redujo cuando Micheli mismo y sus aliados relativizaron más tarde esas expresiones. En diálogo con La Nacion, aseguraron que jamás iban a abandonar la central obrera luego de “ganar en 17 provincias y en la mayoría de las seccionales”.

Pero en conversaciones que este medio mantuvo con las cúpulas de ambos sectores, quedó en evidencia una inquietud compartida: de qué manera evitar la ruptura institucional de la CTA o cómo posicionarse mejor frente a ella ante una fractura política que es un hecho desde que ambos sectores asumieron posturas opuestas respecto del kirchnerismo. Tanto Yasky como Micheli repitieron ayer la misma consigna: que las elecciones complementarias que ordenó el Comité Arbitral en Tucumán, Mendoza y Misiones, y en 48 mesas de otras siete provincias se celebren en los primeros días de diciembre, antes de que los docentes y estatales comiencen sus vacaciones.

Pero se oponen radicalmente al modo como deben realizarse esos comicios: Yasky denuncia que los padrones fueron modificados en su perjuicio por la Junta Electoral de la CTA (donde Micheli tiene mayoría de miembros), por lo que exige que esos padrones sean revisados. Micheli, en cambio, demanda que se respete al pie de la letra lo resuelto por el comité, que sólo se refirió a los padrones en algunas de sus resoluciones.

El Comité Arbitral, conformado por cinco abogados laboralistas, fue creado tras un acuerdo de la Lista 1, de Micheli, y la 10, de Yasky, para resolver las diferencias frente a los fallos de la Junta Electoral, que en septiembre dio la victoria a Micheli por más de 11.000 votos.

Pero el comité ratificó luego algunas de las denuncias de fraude realizadas por Yasky y ordenó comicios complementarios en 10 distritos. El 2 de noviembre, el Ministerio de Trabajo, que no reconoce la personería gremial de la CTA, intervino en la disputa y prorrogó el mandato de Yasky y de toda la conducción de la CTA hasta que se realicen esos comicios. Pero no prorrogó sus funciones gremiales, por lo que la central perdió la facultad de convocar a asambleas, paros o reclamar aumentos de sueldos.

Paralelamente, dos representantes de la Lista 10 (Pedro Wasiejko, del sindicato del neumático, y Stella Maldonado, de Ctera) y de la 1 (Ricardo Peidró, del gremio de visitadores médicos, y Adolfo Aguirre, de ATE), intentaron negociar cómo y cuándo se iban a realizar las elecciones complementarias.

Luego de un trabajoso avance, salpicado por los cruces verbales constantes entre Micheli y Yasky, anteayer los negociadores habían logrado un principio de acuerdo. Sin embargo, según informaron desde ambos frentes, el principal diferendo seguía siendo Tucumán, donde el comité había ordenado rehacer los comicios nacionales y provinciales. Micheli pretendía que se repitieran sólo los nacionales.

Como un castillo de naipes, todo lo avanzado se desplomó ayer por la mañana. Yasky acusó a su contrincante de abandonar "unilateralmente" las negociaciones y advirtió que su sector iba a convocar a elecciones el 7 o 9 de diciembre. "La intransigencia de Micheli implica avanzar en la fractura de la CTA", dijo.

El estatal también lanzó su ultimátum. "Los integrantes de nuestro sector mayoritariamente legitimados por el voto decidimos retirarnos de ese espacio y crear una nueva organización", dijo a la agencia DyN, pero luego relativizó sus dichos: a través de su vocero, José Luis Mataza, indicó que la Lista 1 iba a convocar a elecciones en las condiciones fijadas por el comité.

Por separado, tanto él como Yasky anticiparon que la semana próxima se convocará a la mesa de conducción nacional de la CTA, único órgano facultado para llamar a elecciones. Pero ninguno de los sectores tiene mayoría en ese cuerpo, de 35 miembros. Quien podría desempatar, la dirigente jujeña Milagro Sala, renunció a la CTA luego del escándalo de las elecciones.

El trabajo de unos y otros, ahora, se concentrará en "seducir" a algún secretario del sector opositor.

CON YASKY

Docentes

Yasky reivindica que el 90% de los sindicatos de la CTA le responden, pero su núcleo siguen siendo los docentes agrupados en Ctera.

Sindicatos estatales y privados

Aeronáuticos de APA, docentes de Conaduh, subterráneos, Sudna (neumáticos), Simeca (motoqueros), pesca, refinadores de maíz, sindicato de actores y del cine, peones de taxi, parte de los judiciales y empleados de casino.

Movimientos sociales oficialistas

El Frente Transversal (Depetri), la Federación de Tierra y Vivienda (D'Elía) y otros.

CON MICHELI

Estatales de ATE

Es el gremio más poderoso de la CTA y su principal fuente de recursos (más del 60%). Responde históricamente a Víctor De Gennaro, aliado de Micheli.

Afiliados individuales

Concentrados principalmente en la Capital Federal, se volcaron en favor de la Lista 1 y tienen el perfil más opositor al Gobierno.

Sindicatos

Visitadores médicos de AAPM, médicos de Cicop, trabajadores autogestionados de ANTA, Luz y Fuerza de Mar del Plata y parte de la Federación Judicial y de los telefónicos.

18 AÑOS DE HISTORIA

NACE LA CTA EN 1992

Congreso fundacional

En las instalaciones de Parque Sarmiento se vota el estatuto que habilita la afiliación y el voto directo para elegir autoridades. El 17 de diciembre de 1991, en Burzaco, un grupo de dirigentes de ATE (estatales) y Ctera (docentes) se comprometen a construir un sindicalismo autónomo de partidos políticos, gobiernos y de empresarios. Sus líderes son Germán Abdala y Víctor De Gennaro.

LA MARCHA FEDERAL EN 1994

Movilización contra Menem

Se realizó el 6 de julio hacia la Plaza de Mayo y llegaron delegaciones de todo el país.

PRIMERAS ELECCIONES EN 1995

De Gennaro y Marta Maffei

Se realizó el 6 de junio con voto directo y sufragaron más de 150.000 trabajadores.

UNA CONQUISTA

La inscripción gremial

El 30 de septiembre de 1997 y después de largos reclamos, el Ministerio de Trabajo otorgó la inscripción gremial a la CTA. Reclamaron la personería gremial, que la hubiera equiparado con la CGT.

REUNION CON NESTOR KIRCHNER

De Gennaro no negocia

En 2003, el entonces presidente convocó a un encuentro en la Casa Rosada a De Gennaro. El sindicalista criticó el modelo económico y no se pusieron de acuerdo.

YASKY CONDUCTOR, EN 2006

Para evitar la ruptura

Después de dos períodos de De Gennaro al frente de la CTA, fue elegido el docente Hugo Yasky. De Gennaro lo apoyó para evitar una fractura con sectores kirchneristas liderados por Luis D'Elía.

23 DE SEPTIEMBRE DE 2010

Elecciones y escándalo

Yasky busca la reelección y enfrenta a Pablo Micheli, de ATE. No se ponen de acuerdo con los resultados, que favorecen a Micheli. La fractura se ahonda día a día.