La dirigencia del campo respondió a las críticas
"No se puede tergiversar tanto la realidad", replicó Miguens
El campo esperaba un discurso duro del ex presidente Néstor Kirchner, a quien los ruralistas atribuyen el liderazgo de un supuesto sector rupturista dentro del Gobierno. En otras palabras, el representante de quienes en el oficialismo no quieren un acuerdo con el sector agropecuario que permita superar el conflicto desatado tras el fuerte aumento de las retenciones a las exportaciones.
Con parsimonia, el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Mario Llambías, rechazó las acusaciones de Kirchner. "Lo que me preocupa es que, por un lado, la Presidenta nos dice que quiere dialogar, que tenemos que buscar caminos de cordura, y parece que su marido nos quiere enfrentar más. Además, tiene mala información, porque se puede exportar y tener precios internos baratos. El desabastecimiento es producto de la política aplicada por su gobierno y seguida por la actual administración, que es su continuidad, y no relativo al paro."
Su par de la Sociedad Rural, Luciano Miguens, sostuvo: "La protesta no es una especulación; es una movilización espontánea de todo el país. No sólo de productores rurales, sino de comerciantes, maestros, profesionales. No se puede tergiversar tanto la realidad. Evidentemente, está intentando enfrentar argentinos contra argentinos". En tanto, Eduardo Buzzi, presidente de Federación Agraria, opinó: "Esto va a caer muy mal; es muy peligroso hablar en este tono".
A pesar del discurso de barricada del ex presidente, los ruralistas siguen apostando a la única negociación que sigue en pie: la discusión sobre un esquema de comercialización del trigo que mejore las expectativas de los productores cuando faltan veinte días para que comience la siembra. El campo espera que el Gobierno abra el registro de exportaciones del cereal, cerrado desde noviembre último, y permita el acceso de los productores al precio internacional (descontadas las retenciones y otros gastos). En las últimas dos campañas, por la política ejecutada por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, los agricultores recibieron un precio sustancialmente menor que las cotizaciones internacionales del trigo.
Antes del discurso de Ezeiza, por la mañana, el secretario de Agricultura, Javier de Urquiza, y el presidente de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, se cruzaron en un foro sobre agricultura familiar, en el que pequeños productores pidieron precisiones acerca del presupuesto que manejará la recientemente anunciada subsecretaría de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar.
En ese encuentro, Urquiza y Buzzi se prometieron mutuamente volver a hablar por la tarde sobre el trigo, tema sobre el que también se había previsto un encuentro técnico en la sede de Agricultura. Por la tarde, no pasó nada.
La tregua
Sin embargo, los ruralistas apuestan a que antes del 2 de mayo cuando venza la tregua decidida tras el paro de 21 días, se concrete el acuerdo por el trigo y empiece a regir la ampliación del cupo de exportaciones de carne, pactado con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, hace una semana.
En definitiva, los productores de base serán quienes tengan la última palabra. En varias provincias se confirmó el estado de "asamblea permanente". En Córdoba, productores vinculados con Coninagro se reunirán en Villa María, y en Buenos Aires habrá encuentros en Tandil, Bolívar, Coronel Dorrego y Coronel Vidal, entre otras localidades. Además, los ruralistas ya evalúan nuevas alternativas de protesta, como el apoyo expreso a los intendentes que se mostraron cercanos al campo.
Por su parte, la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca) informó ayer que está vigente el nuevo régimen de liquidación de los reintegros para pequeños productores de soja y girasol, en un intento de mostrar que las medidas anunciadas se concretan.
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