ARA San Juan: la empresa cumplió en el final de la búsqueda

Ocean Infinity, la empresa estadounidense que finalmente encontró ayer el ARA San Juan, podrá ahora atribuirse uno de los hallazgos más importantes de las últimas décadas. Un año después del último contacto con su tripulación, la compañía estadounidense cumplió con su objetivo. Había sido contratada por el Gobierno para encontrar el submarino y, justamente, su retribución estaba atada a ese logro.

Fue contratada de urgencia, sin licitación, y prácticamente no percibiría ingresos si no encontraba el submarino. Por el hallazgo del ARA San Juan, el Estado deberá desembolsar US$7,5 millones a la compañía, según consta en el contrato. Ocean Infinity realizó una búsqueda científica, diferente de la operativa, y empleó tecnología nunca antes utilizada durante la localización del submarino.

La empresa utilizó para la búsqueda cinco vehículos autónomos sumergibles dirigidos por un equipo de 60 profesionales. El buque más importante fue el Seabed Constructor, un barco inteligente noruego con mucha tecnología. En el Gobierno tenían "muchas expectativas de poder encontrar" el submarino.

El navío partió con 44 tripulantes del puerto de Comodoro Rivadavia el 7 de septiembre último cerca de las 14.30 y tenía previsto que después de un día y medio de navegación arribaría a la zona donde iniciaría las tareas de búsqueda, a unas 300 millas en línea recta a la ciudad, es decir, a unos 600 kilómetros.

El momento de mayor tensión se vivió a fines de octubre, cuando la empresa comunicó que suspendería la búsqueda del ARA San Juan. Ante la reacción de los familiares y la intervención del Ministerio de Defensa y de la Armada, la compañía debió dar marcha atrás y finalmente informó a los cuatro familiares que viajan a bordo la continuidad de las operaciones.

La empresa tenía previsto abandonar las tareas en alta mar ayer para retomarlas en febrero debido a que el Seabed Constructor debía dirigirse a Sudáfrica para tareas de reparación y mantenimiento. Sin embargo, el buque a cargo de la búsqueda del submarino llegó el viernes a última hora a un lugar marcado en la cuadrícula del Mar Argentino donde había sido detectado un objeto de unos 60 metros de largo tras un nuevo análisis de imágenes recopiladas en los días posteriores a la tragedia.

Desde la cubierta del Seabed, los familiares embarcados como observadores del operativo se comunicaron con el resto de los familiares en tierra.

Después de haber encontrado el ARA San Juan, desde la empresa emitieron un comunicado en el que desearon que el hallazgo del submarino "pueda traer cierto consuelo a las familias afectadas por la terrible tragedia". Ocean Infinity manifestó sus deseos de que el trabajo realizado sirva para "responder a todas las preguntas" que existen en torno al hundimiento y para "prevenir que algo similar ocurra otra vez".

"Recibimos mucha ayuda y nos gustaría agradecer a la Armada argentina, cuyos aportes fueron invaluables. Además, a la embajada británica en Buenos Aires por sus considerables aportes", indicó Oliver Plunkett, el director de la firma.

La información fue aportada por uno de los cinco pequeños sumergibles que están dotados con sofisticados equipos de registro en el terreno. La tripulación del buque empleó un ROV, un robot operado a distancia mediante un cable y con capacidad para llegar a los 6000 metros de profundidad, para efectuar la identificación del sitio 1, uno de los tres puntos de interés en los que se centró la búsqueda.

Antes de dar con el punto de interés, el Seabed navegó por una zona en la que se registran olas de hasta cuatro metros, un factor meteorológico que puede dificultar las tareas de rastrillaje. El navío llevó a cabo trabajos de inspección que finalmente dieron con el paradero del submarino.