La fundación cerró el local de Sueños Compartidos
También dieron de baja la web del programa
Miércoles pasado, 11 de la mañana. Las persianas metálicas están bajas. Las dos puertas, cerradas con doble cadena y grandes candados. Arriba, el cartel todavía reza "Misión Sueños Compartidos", pero dentro del edificio de Hipólito Yrigoyen 1520 ya no trabaja nadie.
La imagen es un botón de muestra de los cambios que se suceden en la Asociación Madres de Plaza de Mayo, que desde el estallido del escándalo con su ex apoderado Sergio Schoklender, en mayo pasado, no ha dejado de padecer cimbronazos en su estructura organizativa.
La entidad que preside Hebe de Bonafini tiene su sede principal a escasos 50 metros de donde funcionó, hasta julio de este año, el programa de construcción de unas 5600 viviendas que llegó a absorber un presupuesto de 765 millones de pesos.
"La «farmacia» -como entre los empleados llamaban a la sede de Sueños Compartidos- ya fue desalojada", contó a La Nacion uno de los voceros de Bonafini. "Algunas oficinas que estaban ahí se mudaron a donde está la fábrica de paneles, en Barracas", agregó la fuente.
La página de Internet del programa también dejó de funcionar, lo que se puede comprobar al intentar ingresar al link www.suenoscompartidos.org.ar , en el que se comunicaban algunos detalles del programa.
Cambios en el personal
Las Madres no sólo se vieron obligadas a cerrar la sede, también tuvieron que achicar su personal. "Ahora somos 400 personas, cuando antes había el doble", afirmó un empleado con llegada a la titular del organismo.
Muchos de los despedidos fueron desplazados por su acercamiento con Schoklender, pero también hay quienes no tenían nada que ver con el ex apoderado de la fundación. Según admitieron trabajadores a La Nacion, hubo casos de compañeros echados por robar en la cocina del bar que funciona en Yrigoyen al 1584. Fueron reemplazados por participantes del ciclo Cocinando Política, que dirige Bonafini en el Espacio Cultural Nuestros Hijos.
Además, desde que la administración de la entidad la asumió un fideicomiso, los sueldos se pagan con hasta 15 días de demora. "Hace dos meses que cobramos atrasado, cuando antes era entre los primeros diez días del mes. En octubre, nos depositaron después de las elecciones", comentó un empleado que pidió reserva de su nombre. "Hay malestar por eso y preocupación por lo que pueda pasar a futuro", señaló.
lanacionar