"La gente quiere consensos y rechaza la confrontación"
"Dale, que me vienen los calores", bromea Gabriela Michetti mientras mueve su abanico a toda velocidad, a pleno rayo de sol y en plena sesión fotográfica. La diputada y dirigente de Pro está de excelente humor en una tarde de calor infernal en Buenos Aires. "Acá me ves, preparando todo", dice, mientras acomoda papeles de una actividad futura que está armando junto con el ex diputado Alejandro Rabinovich, ya sumado al proyecto de Michetti para 2011: la Jefatura de Gobierno, claro. "Se tiene que unir toda la oposición", le dice al oído una señora que se acerca a su mesa, en el coqueto bar del museo Malba. "¿Ves? La gente quiere consensos, unidad, y le dice basta a la confrontación", dice a La Nacion.
¿Cómo son sus días de verano? "Decidí darle más bolilla a mi salud", dice muy seria y cuenta que comenzó sesiones de gimnasia y rehabilitación para sentirse bien y poder dar lo mejor en el trabajo. Salvo un fin de semana largo en Mendoza, no habrá para ella vacaciones, aunque sí piensa pasar "más tiempo" con Juan, su actual pareja, y Lautaro, su hijo adolescente.
-En vacaciones la gente suele pensar en lo que no hizo. ¿Qué cuenta pendiente le quedó?
- El teatro y la arquitectura, pero sobre todo el teatro, me hubiera encantado ser actriz. Estudié en Laprida muchos años y desde la parroquia representábamos obras en las villas.
-¿ Cuales serían sus modelos?
-Mmm? (piensa). Juliette Binoche e Isabella Rossellini.Son sobrias, tranquilas.
-¿No es contradictorio su compromiso social con algunas posturas de Pro?
-Hay una distorsión de la realidad, tenemos necesidad de etiquetar. El compromiso social que me viene de la religiosidad no se contradice con el espacio en el que estoy. Si lo sintiera así no estaría aquí en el lugar que ocupo.
-No es un espacio denominado progresista?
-Y bueno, a algunos les viene bien decir «Macri es de derecha», porque acá la derecha está asociada con los militares. Pero hay conservadores y progresistas en la UCR, el PJ, en todos lados. Un día me cansé de esos espacios pseudo progresistas en los cuales los recursos del Estado deben ponerse a disposición de los amigos para, en teoría, ayudar a los pobres. Lo que hacen esos grupos es una vergüenza para la clase política.
-¿Con quién se lleva bien fuera de Pro? Deme algún ejemplo?
-Ernesto Sanz, que es como un hermano para mí, fue el primero en saber que estaba de novia. También Alfonso Prat-Gay y Juan Manuel Urtubey.
-¿Habla de política con su pareja?
-Mucho. Está interesado y discutimos bastante.
-¿No es un poco aburrido?
-Y bueno, pero también hablamos mucho de viajes, de los viajes que no hacemos pero que vamos a hacer cuando seamos viejos (se ríe).
-¿Madre liberal o controladora?
-Liberal no creo, pero Lautaro es lo que mejor me salió en la vida. A medida que mostró ser responsable le fui dando libertades, ahora? si fumara marihuana lo retaría mucho.
-Quiere ser jefa de gobierno. ¿Qué les contesta a los que dicen que no tiene experiencia de gestión?
-Me río de eso. En todos los lugares en los que estuve tuve tareas de liderazgo, un liderazgo motivacional, y delego en otros lo operativo. Te digo más: los grandes políticos de la historia, como De Gaulle o Mandela, nunca fueron gerentes, siempre pensaron en grande.
BOLSO PLAYERO
- Libros. Está leyendo En busca de los acuerdos perdidos, de Juan Llach.
- Disciplina oriental. Hace yoga y meditación zen. "Me hace bien al cuerpo y al alma", asegura.
- Críticas . "La confrontación permanente generó antinomias que les dan pasto a los extremos de todos lados. No ha cortado con el asistencialismo y destruyó la cultura del esfuerzo y el trabajo."
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