El "nuevo" Ministerio de Defensa. La gestión de Garré no contempla aún aumento de sueldos
La ministra prometió modernización
BASE NAVAL PUERTO BELGRANO.- Con el porte de más de una decena de imponentes buques como telón de fondo y poco antes de cumplir dos meses como ministra de Defensa, Nilda Garré realizó ayer su primera visita a una base naval.
La ministra recorrió durante todo el día Puerto Belgrano, la mayor base de la Armada Argentina (ubicada en el sur de la provincia de Buenos Aires, 30 kilómetros al norte de Bahía Blanca), donde se mostró comprensiva, pero impotente ante los pedidos de aumento salarial y explicó que su gestión buscará para las Fuerzas Armadas un "modelo defensivo y de cooperación regional".
En tres reuniones que mantuvo con la cúpula de la Armada, oficiales y suboficiales (matizadas por varios recorridos a buques y hangares), Garré también escuchó los planteos de los hombres de la fuerza, desmintió rumores sobre pases a retiro masivos, prometió capacitación, modernización del equipamiento y reactivación de la industria naval y anunció un uso "más racional y eficiente" del devaluado presupuesto.
"En este momento no está a consideración", respondió la ministra a las expectantes, pero respetuosas preguntas de militares y civiles de la base sobre un aumento de salarios, sin embargo dijo que el tema es "fundamental para el Gobierno".
De hecho, uno de sus colaboradores escuchó las quejas de los empleados de la base enrolados en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y en el gremio de Personal Civil de las Fuerzas Armadas (Pecifa) que dijeron a LA NACION que hace cien días que hacen paro para que el sueldo mínimo básico de 375 pesos aumente a 520 pesos.
La ministra también explicó que su gestión fortalecerá el modelo defensivo y de cooperación regional (que ya había instrumentado su antecesor, José Pampuro) en contraste con una "política disuasiva que tenía hipótesis de conflicto territoriales", lo que implicará, en el largo plazo, el rediseño de las fuerzas y un cambio en su doctrina.
"Venimos a transformar casi todo", sintetizó el secretario de Asuntos Militares del Ministerio de Defensa, José Vázquez Ocampo, que enseguida aclaró que se refería a darle más poder al Estado Mayor Conjunto y a esa cartera, para instrumentar políticas de defensa "de paz y estabilidad regional" que imiten nuestros vecinos. También integraban la comitiva el jefe de la Armada, almirante Jorge Godoy, y toda la plana mayor de esa fuerza, además del secretario de Planeamiento de Defensa, Oscar Cuattromo, y el jefe de Gabinete de la cartera, Raúl Garré, hermano de la ministra.
Garré ya se había reunido con las cúpulas del Ejército y de la Fuerza Aérea, en sus sedes del Edificio Libertador y Cóndor, respectivamente, pero en el caso de la Armada, prefirió trasladarse hasta esta base naval. Su elección no fue al azar: Puerto Belgrano es el corazón de la fuerza, donde se asienta cerca del 80% del personal y los medios de los que dispone la Armada y trabajan unas 10.000 personas, entre militares y civiles.
La visita, que duró 10 horas, incluyó un recorrido por el arsenal aeronaval Comandante Espora, donde se realiza el mantenimiento de los aviones de la Armada, y gracias a un convenio firmado con Aerolíneas Argentinas, también se inspeccionan las aeronaves de esa empresa.
Además, Garré recorrió el buque destructor Almirante Brown y el buque logístico Patagonia y visitó el arsenal naval, donde dos buques gigantescos -de los casi 15 que amarran en la base- eran reparados en los gigantescos diques secos, de 200 metros de largo y 35 de profundidad.
Finalmente, visitó los dos imponentes edificios de la nueva Escuela de Suboficiales de la Armada, que desde este año reemplazará a la que funcionaba en el edificio de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) de la Capital, convertida en museo.
Polémicos cuadros
- En consonancia con el presidente Néstor Kirchner, pero por iniciativa propia, Nilda Garré decidió hace días descolgar los cuadros de todos los ministros de Defensa que pasaron por la cartera que ahora conduce y que adornaban las paredes del pasillo que lleva a su despacho. "Ahora va a colgarlos en una sala de audiencias que utiliza, pero sólo los de los ministros de gobiernos constitucionales", contó a LA NACION una fuente de esa cartera. Su decisión guarda semejanza con la del Presidente, que a poco de asumir ordenó descolgar en el Colegio Militar los cuadros de los ex presidentes de facto Jorge Videla y Reinaldo Bignone.