A 26 años de la guerra. "La herida por Malvinas sigue abierta"
Lo afirmó el cardenal Bergoglio, al recordar a los ex combatientes; consideró que aún existe "una deuda social" con ellos
"Existe una deuda social en la que todos debemos sentirnos corresponsables y es la deuda con los sobrevivientes [de la Guerra de las Malvinas]", expresó el arzobispo de Buenos Aires y presidente del Episcopado, cardenal Jorge Bergoglio, en un mensaje escrito especialmente al cumplirse 26 años del conflicto bélico.
El mensaje fue leído en la misa oficiada por el rector de la Catedral, padre Jorge Junor, y es el primero que el cardenal Bergoglio dedica a los caídos en las Malvinas. Al cumplirse ya tres años del conflicto que enfrentó al Gobierno con el Vaticano por el obispado castrense, cuyo futuro se mantiene incierto, Bergoglio alzó su voz para advertir que "la herida está abierta, no termina de cicatrizar".
Y sostuvo que "existe una deuda de la historia que sólo será saldada cuando cada 2 de abril la conmemoración del Día de Veteranos de Guerra y los caídos en las Malvinas sea motivo de reflexión, de afirmación de la identidad nacional y de trabajo por la paz".
La reflexión del purpurado fue leída en la Catedral el mismo día en que el Gobierno celebraba el levantamiento del paro agropecuario, después de 21 días de protesta, y la misma fecha en que se recordaba el tercer aniversario de la muerte de Juan Pablo II.
En ese contexto, Bergoglio no quiso que la fecha de las Malvinas quedara opacada y expresó que "en el nuevo aniversario los recuerdos de esa guerra, que les costó la vida a centenares de jóvenes, vuelven a revivirse en cada rincón de la patria, en el corazón de cada madre, de cada hermano, cada novia, cada amigo de aquellos que fueron protagonistas de ese acontecimiento".
Exitismo y fracasos
En la misa de la Catedral, un grupo de excombatientes llevaron a pulso hasta el altar una imagen de la Virgen de Luján, con una bandera argentina que tenía en el centro, junto al sol y bien visible, la imagen de las islas Malvinas.
Al referirse a la deuda social, Bergoglio que los excombatientes enfrentan cotidianamente heridas y secuelas. "Estas tienen un valor: de reconocimiento al coraje y de resarcimiento económico", precisó.
Y advirtió: "El daño que la guerra produjo tuvo un costo, frente al cual el Estado y la sociedad somos deudores y a la vez los reguladores del precio de las secuelas. A pesar de esto, entre las heridas de la guerra y los beneficios económicos de una remuneración, resta siempre un saldo imposible de cancelar".
Entre los inconvenientes que enfrentan los excombatientes enumeró "las enfermedades tanto físicas como psíquicas, las dificultades para la reinserción, los problemas de pareja y la falta de trabajo, vivienda o educación para sus hijos". Al final, pidió por la memoria de cada uno de los caídos en las islas.
lanacionar