La idas y venidas del empleo público
El ministro Andrés Ibarra impulsa la reducción de la planta pública, pero las medidas tuvieron avances y retrocesos
2016
El despido de 15.000 "ñoquis"
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Las palabras que marcaron el primer verano de la gestión de Mauricio Macri fueron "ñoquis", revisiones de contratos, protestas, empleados mantenidos irregularmente en planta transitoria y militancia rentada. La ola de despidos masivos, según estimaciones oficiales y declaraciones de las fuerzas sindicales, llegó a alcanzar un total de 15.000 agentes: 10.900 fueron contratos temporarios dados de baja y el resto fueron jubilaciones y retiros voluntarios. Ibarra explicó sobre los despidos: "No cumplen funciones específicas o tienen origen de militancia financiada"
Realidad
La reducción de 15.000 empleos de 2016, con fuertes costos políticos y conflictos sindicales, se neutralizó con la incorporación de aproximadamente 13.500 empleados en todo el sector público nacional que conforma un universo de 740.600 empleados públicos. Pero los despidos solo se hicieron sobre la administración central, de 220.000 empleados, y, según fuentes oficiales, ahora esa planta tiene 210.000 empleados porque si bien se despidieron a 15.000 agentes se incorporaron entre 5000 y 6000 funcionarios de la nueva administración.
2018
Reducción del 25% de cargos jerárquicos
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En su reaparición tras su gira por Europa, Macri anunció un plan de reformas de la estructura del Estado. Específicamente, la reducción en un 25% de los cargos políticos del Estado con un alcance a 1000 cargos y un ahorro de $1500 millones por año. Finalmente, el 5 de marzo se publicó en el Boletín Oficial el decreto 174/2018 que modificó el organigrama estatal con miras a aplicar el anuncio: "Corresponde la supresión de los cargos que ya no resulten estrictamente necesarios". La medida implicaba la desaparición de 974 "ravioles" (cargos)
Realidad
Un relevamiento informal por ocho ministerios realizado por LA NACION da un resultado concreto: el porcentaje de los funcionarios que dejaron efectivamente el Gobierno varía entre un 30% y un 40% como "techo". El resto (unos 600 empleados jerárquicos, como secretarios, subsecretarios y directores) aceptó continuar en su puesto con un rango (y sueldo) menor o fue reubicado. "El objetivo más importante era reducir la masa salarial y ser más eficientes. La consigna no era echar gente", contestaron en varios ministerios
El adiós al nepotismo en el estado
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"Los familiares de los ministros no van a poder ser parte del Gobierno", sostuvo Macri. Días después, el Gobierno oficializó la restricción con la publicación en el Boletín Oficial del decreto 93/2018, que estableció: "No podrán efectuarse designaciones de personas en todo el sector público nacional que tengan algún vínculo de parentesco tanto en línea recta como en línea colateral hasta el segundo grado con el Presidente y vicepresidente de la Nación, jefe de Gabinete de ministros, ministros y demás funcionarios con rango y jerarquía de ministro"
Realidad
El decreto contra el nepotismo no alcanzó a muchos familiares de altos funcionarios. Primos y tíos de importantes ministros se quedaron en el Gobierno por no tener parentesco directo y los de carrera. Según pudo reconstruir LA NACION, solo 12 fueron los parientes de ministros obligados a dejar su puesto antes del 28 de febrero y, al menos, otros siete casos relevantes dentro del gabinete que no fueron alcanzados por la norma. Así lo hicieron familiares de Rogelio Frigerio, Carolina Stanley, Gabriela Michetti y Laura Alonso, entre otros
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