La Iglesia convocó a rezar por el diálogo y las instituciones
Mañana se harán oraciones en todo el país
Preocupados por el clima de confrontación social que perciben en sus diócesis, el centenar de obispos que integran el Episcopado que conduce el cardenal Jorge Bergoglio, convocaron a todos los católicos a rezar mañana por la plena vigencia de las instituciones, la existencia de un diálogo genuino y la amistad social entre todos los argentinos.
Ayer, en la primera de las cinco jornadas de la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina reunida en la localidad de Pilar, los obispos dialogaron durante tres horas y media sobre la actual situación del país. Al término del debate, decidieron celebrar una misa mañana, a las 19, en la basílica de Nuestra Señora de Luján, hacia donde se trasladarán todos los prelados. Allí rezarán junto a los fieles que asistan la súplica escrita por ellos mismos en 2002, conocida como "Oración por la patria".
Durante esa celebración se daría a conocer una breve declaración de los obispos en la que enumerarían las intenciones que los llevaron a convocar a este rezo, que piden que se repita en todas las iglesias y parroquias de todo el país.
Ayer no trascendió documento alguno del encuentro de los obispos y hubo un notable hermetismo sobre lo dialogado en la reunión de Pilar.
No obstante, tras el encuentro entre los obispos, un sacerdote que participó de él dijo que se había desarrollado en un clima "rico y animado".
Monseñor Jorge Casaretto, obispo de San Isidro y presidente de la comisión de Pastoral Social que a su vez está integrada por la de Justicia y Paz, informó sobre las iniciativas tomadas por esos organismos del Episcopado y vinculadas al intento de acercamiento entre funcionarios del Gobierno y los representantes del campo.
Al término de ese diálogo, el padre Jorge Oesterheld, director de prensa del Episcopado, explicó que la voluntad de la Iglesia "es animar al diálogo, pero esto no significa que quiere mediar en el conflicto". El sacerdote agregó que "la mediación de la Iglesia sólo se da en situaciones de extrema gravedad".
Los obispos que, por la actividad agrícola-ganadera de las zonas en las que viven, están más involucrados en el conflicto actual, compartieron con sus pares experiencias y perplejidades que se dieron en los últimos días de conflicto en las rutas. Muchos explicaron que hubo sacerdotes que participaron en los cortes de rutas de la gente de campo, con la celebración de misas u otros momentos de oración, por expreso pedido de los dirigentes ruralistas.
"Es una constante -dijo luego Oesterheld a LA NACION-. En muchos otros conflictos, la gente recurre también a la Iglesia como instancia de consulta o de apoyo."
Bergoglio, en la homilía de la misa inaugural de la asamblea que celebró anoche, pidió a los obispos que, "mirando al pueblo", se ofrezcan, como propone San Pablo, ellos mismos "como una víctima viva, santa y agradable a Dios" y que "no tomen como modelo a este mundo".
Durante los 20 días que se prolongó el conflicto entre el Gobierno y el campo, la Iglesia intentó tender un puente entre ambos sectores. Pero la Casa Rosada no quiso tener intermediarios o mediadores. De hecho, se enfrentó con sus propios gobernadores, que también buscaron sentar a las partes a dialogar para arribar a una solución.
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