La Iglesia transmitió su inquietud por los despidos y la caída salarial
Fue una reunión cálida, muy participativa, en un clima amigable y la promesa de trabajar en conjunto para revertir la grave situación social y, particularmente, garantizar la asistencia alimentaria a los sectores vulnerables.
Por segunda vez en tres meses, la gobernadora María Eugenia Vidal recibió a catorce obispos de la provincia de Buenos Aires, encabezados por el presidente del Episcopado, Oscar Ojea, que le plantearon la inquietud de la Iglesia por el cuadro social, la caída del salario real y los despidos, tanto a nivel nacional como en el plano provincial.
Acompañada por la ministra de Salud y Desarrollo Social de la Nación, Carolina Stanley , Vidal prometió a los obispos "extremar todos los recursos para la asistencia alimentaria, en particular en las zonas más carenciadas de la provincia". Así lo transmitió la Conferencia Episcopal en un comunicado, al detallar los temas que abordaron durante dos horas en la reunión.
"Los obispos manifestaron su preocupación con respecto a la situación socioeconómica de la provincia y del país, la baja del salario real y los despidos de trabajadores de distintos ámbitos, expresando su compromiso de acompañar a quienes sufren estas situaciones", informó la Conferencia Episcopal.
Añadieron los obispos que "la gobernadora se comprometió a sostener la continuidad de las obras que están en ejecución y los programas de préstamos del Banco Provincia para las pymes".
Más allá de lo formal, el arzobispo de La Plata, Víctor Fernández, declaró a la salida del encuentro que "compartimos muchas preocupaciones y buscamos canales concretos para cooperar, para dar una mano y ayudar a resolver algunos problemas".
En el mismo sentido se expresó el obispo de San Justo, Eduardo García, que atiende la problemática social del distrito de La Matanza. "Hubo un diálogo abierto y sincero, sobre una situación difícil, no fácilmente manejable. Se nos plantearon las prioridades alimentarias y de salud, y analizamos distintas estrategias para trabajar en común", explicó, luego del encuentro.
Reunión de trabajo
La gobernadora Vidal, que en junio pasado visitó al papa Francisco en la residencia de Santa Marta, le imprimió a la reunión de ayer el carácter de un encuentro de trabajo. No quiso fotos, abordó de lleno con los obispos la situación social y llevó al encuentro a sus ministros Santiago López Medrano (Desarrollo Social) y Gabriel Sánchez Zinny (Cultura y Educación). Más allá de la crisis educativa, los funcionarios y los obispos conversaron sobre la situación de la formación docente y los institutos terciarios, un tema que preocupa a la Iglesia.
Sin llegar a acuerdos concretos, se habló de la probable constitución de mesas de trabajo para abordar distintas cuestiones que afectan a la provincia. La creciente problemática del crimen organizado y el narcotráfico "es un tema que siempre está presente", reveló uno de los obispos que estuvo en el encuentro.
El diálogo derivó en un intercambio abierto, fundamentalmente sobre los temas sociales, entre los que no faltó la atención de los comedores, que cada vez atienden a más familias.
La reunión se desarrolló en la Casa de la Provincia de Buenos Aires en la Capital, a dos cuadras del Congreso, en el que esta semana comenzó a discutirse el presupuesto 2019. Los obispos dijeron que Vidal y Stanley "mostraron su predisposición a continuar trabajando, a través de las Cáritas diocesanas, enfocándose en la labor que se desarrolla diariamente con quienes viven en contextos de pobreza".
Además de Ojea y Fernández, estuvieron los obispos Rubén Frassia (Avellaneda-Lanús), Fernando Maletti (Merlo-Moreno) y Jorge Vázquez (Morón), entre otros. No concurrió el titular de la Pastoral Social y obispo de Lomas de Zamora, Jorge Lugones, quien en junio pasado había formulado fuertes recriminaciones por la situación social delante de la gobernadora Vidal y la ministra Stanley, en unas jornadas en Mar del Plata.
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