Macri y Trump: la intimidad del encuentro

WASHINGTON.- La camioneta Chevrolet Suburban negra del Servicio Secreto, decorada con las banderas de Estados Unidos y la Argentina, se movió a paso de hombre hasta la entrada del jardín sur de la Casa Blanca, donde aguardaban Donald Trump y su mujer, Melania Trump. Mauricio Macri se bajó, y estrechó la mano de Trump y le palmeó el hombro. Fue el primer gesto de una química personal que dominó el primer encuentro entre dos hombres que se conocieron por negocios, y ahora trabajaran juntos como presidentes.

“Mi buen, buen amigo, de muchos años”, dijo Trump, en la primera foto oficial, parado al lado de Macri y la Primer Dama, Juliana Awada .

Trump dijo que se conocían desde hacía 25 años, y Macri lo corrigió con una sonrisa y una broma: “Más que eso, desafortundamente”, dijo el Presidente.

Ya en el Salón Oval, Trump dejó su primer elogio: recordó el pasado de ambos y el recorrido común –hombres de negocios devenidos en presidentes– y dijo que Macri era un presidente “genial, maravilloso” que estaba haciendo un gran trabajo en la Argentina.

Luego llegó otra frase de franco apoyo: “Me siento muy cómo respaldándolo porque sé lo que estoy respaldando”, dijo Trump.

Hubo apenas un puñado de preguntas de los periodistas presentes, todas fueron para Trump. Macri habló sólo cuando todos dejaban el Salón Oval. Dijo que querían construir “relaciones más fuertes y de largo plazo” con Estados Unidos. Hubo una broma de Trump al hablar sobre el conflicto por los limones que dejó en claro el lugar de uno y otro: “Yo le voy a hablar de Corea del Norte, él me va a hablar de limones”, afirmó.

Luego llegó el almuerzo y la reunión bilateral, donde estuvieron todos. Del lado de Macri: Marcos Peña , Fulvio Pompeo, Francisco Cabrera, Susana Malcorra , Juan José Aranguren y el encargado de Negocios de la embajada argentina, Sergio Pérez Gunella. Del lado de Trump: Gary Cohn, jefe del Consejo Económico; Jared Kushner, yerno y su asesor más influyente; Reince Priebus, su jefe de Gabinete, Rex Tillerson, secretario de Estado; Wilbur Ross, secretario de Comercio, y las dos principales figuras del Consejo de Seguridad Nacional, el jefe, H.R. McMaster, y la números dos, Dina Powell.

“Apostamos por una relación inteligente, de mutuos beneficios”, dijo Macri.

Sobre el final de sus palabras, en español, se puso a hablar de golf. Lo trató de “vos”, y dijo que recordaba los “muy duros desafíos” que tuvieron en el pasado, y que desconocía si había mejorado o no porque el golf demandaba tiempo. Una de las críticas que se le han hecho a Trump, justamente, es que pasa mucho tiempo jugando al golf.