A continuación, sus principales conceptos:
- Hoy, el clima interno de la Corte Suprema es de absoluta desconfianza. Al punto de que los jueces no se muestran sus respectivos proyectos de fallo, muchas veces hasta se enteran el mismo día en que se va a firmar el acuerdo. Hay reuniones muy breves para no debatir entre ellos, por miedo a las filtraciones.
- Este clima de poca cohesión interna, en la puja de poderes, evidentemente favorece al Poder Ejecutivo. Lo mismo podría suceder con un Poder Ejecutivo nuevo, si se confirma el resultado de las PASO. Y también hay una posición de la Corte frente a la crisis económica: hay un acuerdo general de los jueces, que es "no echar más leña al fuego".
- No quieren complicar más la situación económica crítica resolviendo casos que tienen un alto impacto económico para las arcas públicas. Por ejemplo, el caso "Defensor del pueblo", vinculado con la recomposición de los haberes jubilatorios. Dar este fallo implicaría millones. Estaba en agenda para la primera mitad del año, no se trató, y ahora directamente dicen que no es el momento para dictar un fallo semejante para no sacarle más dinero al Estado. Lo mismo sucede con el reclamo de la coparticipación de las provincias.
- Hoy hubo acuerdo en la Corte y no se resolvió ningún tema de trascendencia pública. Lo mismo pasó la semana pasada y la anterior. La decisión es política. Ni siquiera han logrado resolver cuál va a ser su agenda de causas. La Corte decidió frenar y ver qué pasa. No avanzar, pero tampoco rechazar estos casos conflictivos.
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