La Justicia seguirá adelante con la causa
Para la Justicia, el caso por el presunto espionaje ilegal de Gendarmería recién empieza.
La auditoría dada a conocer ayer por el Gobierno -que, según la información oficial, no encontró irregularidades- será, para la causa, un elemento más de prueba. "No se va a desestimar la denuncia sólo por la auditoría de Garré", dijo a LA NACION una fuente del caso.
Ayer, cuando se enteró de que la ministra iba a anunciar los resultados de la auditoría, el juez federal Norberto Oyarbide le envió, vía fax, un pedido para que le entregara una copia de ese informe, que todavía no llegó a los tribunales.
Además, el juez volvió a solicitar, el miércoles pasado, que le remitieran las causas penales en las que, según los denunciantes, quedaron expuestas actividades de inteligencia ilegal de Gendarmería.
El fiscal del caso, Gerardo Pollicita, espera estos documentos para presentar su requerimiento de instrucción, en el que ya está trabajando, informaron fuentes judiciales. Es ese requerimiento el que fijará qué hechos se van a investigar. La decisión de la Justicia es, por ende, seguir adelante con la causa.
Sin evidencias
No obstante, los investigadores advierten que de las pruebas reunidas por el momento no surgen evidencias de ningún delito.
Desde el primer día, en la Justicia sostuvieron que la sola existencia del Proyecto X no comprometía a la Gendarmería.
Para jueces y fiscales, las investigaciones y las bases de datos de las fuerzas de seguridad son una herramienta de enorme ayuda en sus expedientes. Por eso, dicen que mal podrían estar prohibidas.
Para que haya un delito -advierten- los datos tienen que haberse reunido de forma ilegal o debe haberse hecho un mal uso de la información recolectada. Eso es lo que deberá investigarse en el caso de Proyecto X. Ayer, Garré dijo que esta base de datos "no se utilizó nunca en manifestaciones sociales".
Pero los investigadores no planean limitar su tarea a Proyecto X. Revisarán también cómo funcionaban las otras dos bases de datos sobre las que informó Gendarmería a la Justicia: el Sistema de Antecedentes de Gendarmería (SAG) y el Sistema de Gestión Operativa (SGO).
La denuncia que dio origen a la causa no mencionaba a Proyecto X. Decía que Gendarmería había recolectado datos (en algunos casos, infiltrándose) durante manifestaciones de organizaciones sociales. También, que después manipuló información para perseguir a militantes.
Por ahora, esto no es más que una denuncia, advierten en los tribunales. Por lo pronto, la Justicia tendrá que revisar si es cierto que los expedientes penales que invocan los denunciantes muestran conductas irregulares de la Gendarmería. De ser así, habrá que ver luego si existen pruebas de que, detrás, había un plan de espionaje.