La justicia uruguaya ordenó la indagatoria de Vandenbroele
Deberá presentarse el 4 de febrero por giros a The Old Fund desde Montevideo
Más problemas judiciales para Alejandro Vandenbroele. Ahora, la justicia uruguaya citó a declarar al presunto testaferro de Amado Boudou, acusado de lavar activos ilícitos en ese país como paso previo para financiar la resurrección de la ex Ciccone Calcográfica en Buenos Aires.
Vandenbroele deberá presentarse a declarar el martes 4 de febrero ante el juez en lo Penal Especializado en Crimen Organizado Néstor Valetti, quien semanas atrás ya había ordenado congelar de manera preventiva las cuentas bancarias de una sociedad bajo control del abogado monotributista en ese país.
La orden de Valetti se giró a la Argentina a través de un exhorto diplomático que comenzó a tramitarse en Montevideo en noviembre pasado, pero que sólo trascendió ayer en Buenos Aires, cuando lo reveló el portal Infobae, que accedió a una copia de esa solicitud formal.
El exhorto llegó a la cancillería argentina, que lo giró a los tribunales de Comodoro Py. Por sorteo, la jueza federal María Romilda Servini de Cubría quedó a cargo de notificarle la citación a Vandenbroele.
La justicia uruguaya concentra las sospechas de lavado en la sociedad Dusbel, en la que Vandenbroele figura como "beneficiario final", según consta en documentos oficiales de ese país que obtuvo LA NACION, y que en octubre de 2010 envió a la Argentina US$ 620.000 de dudoso origen.
Vandenbroele sumó así un nuevo escollo judicial por su rol en el resurgimiento de la imprenta a mediados de 2010, sólo semanas después de que se decretara su quiebra. Mientras Uruguay pretende indagarlo por presunto lavado, en Buenos Aires tres miembros de la familia Ciccone lo señalaron como "empleado" de Boudou y su socio, José María Núñez Carmona, para desembarcar en esa empresa gráfica.
La investigación uruguaya comenzó poco después de que, el 17 de marzo del año pasado, LA NACION revelara el rol que a partir de octubre de 2010 asumió Dusbel SA en la red de sociedades detrás de la ex Ciccone.
Ese día, LA NACION publicó que Dusbel SA se había quedado con la mitad de las acciones de The Old Fund, controlante a su vez del 70% de la "nueva" Ciccone, aun cuando la firma uruguaya todavía no había completado los trámites formales de radicación en la Argentina.
Esa radicación inconclusa, sin embargo, no le impidió a Dusbel participar en una asamblea extraordinaria de accionistas que The Old Fund celebró el 29 de octubre de 2010 en el microcentro porteño, mientras se desarrollaba el velatorio del ex presidente Néstor Kirchner dentro de la Casa Rosada.
En esa asamblea, Dusbel SA dejó constancia de sus problemas de papeles, pero procedió a aportar US$ 620.000 a The Old Fund a cambio del 50% de sus acciones. Es decir, unos $ 2,4 millones. A partir de allí, la unidad antilavado uruguaya, que depende de su Banco Central (BCU), analizó los registros y movimientos en su país de Dusbel SA y, el 17 de abril de ese año, solicitó a la justicia contra el crimen organizado que iniciara una investigación por "la presunta comisión del lavado de activos".
Por entonces, Dusbel era una sociedad anónima con acciones al portador, pero tras una reforma legal uruguaya destinada a acotar el secretismo de las firmas "off shore" en ese país, debió explicitar datos adicionales sobre sus dueños. Así, Vandenbroele quedó atado en los papeles a esa firma. Por eso, a su vez, el juez Valetti avanzó sobre él.
Moneta, Brito y el PP
Vandenbroele ya dio una primera explicación sobre esa sociedad. Fue el 15 de noviembre pasado, cuando presentó un escrito defensivo ante el juez federal Ariel Lijo, en el que adjudicó esos US$ 620.000 a Mayer Business Corporation, una sociedad panameña controlada por el ex banquero Raúl Moneta.
Sin embargo, la reconstrucción de esa transferencia muestra varios puntos oscuros. Entre otros, que en la operatoria de los US$ 620.000 participó P. T. Bex Bursátil, una firma uruguaya a la que también recurrió el ex tesorero del Partido Popular (PP) español Luis Bárcenas para mover más de US$ 19 millones ilegales.
Ya con la transferencia de esos US$ 620.000 dispuesta por P. T. Bex, en Buenos Aires quedó expuesto el nexo entre Dusbel y el banco Macro, que preside Jorge Brito, a través de la sociedad bursátil Facimex, que completó la operatoria en tiempo récord a favor de The Old Fund.
Los vínculos entre Macro y Facimex son públicos. El 13 de junio del año pasado los oficializó el banco cuando designó a la firma bursátil su "agente colocador de cualquier fondo común de inversión que haya constituido o constituya en el futuro".
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