La Justicia ya no investigará los bienes de los Kirchner
Los fiscales no apelaron y quedó firme el fallo de Oyarbide que sobreseyó al matrimonio presidencial
El sobreseimiento de Cristina y Néstor Kirchner en la causa que los investigaba por enriquecimiento ilícito quedó firme y ya no podrá ser revisado.
A las 9.30 de ayer venció el plazo para que los fiscales apelaran el fallo del juez federal Norberto Oyarbide, que había considerado legal el incremento patrimonial, de 28 millones de pesos, que el matrimonio presidencial declaró como obtenido durante 2008. Su sentencia tuvo un único fundamento: un breve peritaje realizado por el cuestionado Cuerpo de Peritos de la Corte. Ninguno la objetó.
El fiscal federal Eduardo Taiano, que tenía a su cargo el impulso de la investigación, guardó ayer silencio. Lo mismo hizo el jefe de la Fiscalía de Investigaciones Administrativas (FIA), Guillermo Noailles, que tenía la posibilidad de cuestionar la sentencia si no lo hacía Taiano.
La única apelación la presentó el abogado Enrique Piragini, que fue quien denunció el caso basado en una nota de LA NACION, pero para que su recurso fuera tratado, la Cámara Federal debería darle carácter de "querellante", es decir, de particular damnificado. Fuentes judiciales coincidían ayer en que las posibilidades de que esto suceda son ínfimas.
Como consecuencia, los Kirchner ya no podrán volver a ser perseguidos por su enriquecimiento durante 2008, el año en el que su patrimonio creció más que nunca, según sus propias declaraciones juradas. No obstante, los alcances de la sentencia que ayer quedó firme son discutibles. ¿Qué pasaría en el hipotético caso de que se descubrieran otros bienes adquiridos el año pasado por la Presidenta o su marido?
"El fallo sólo hace cosa juzgada sobre los incrementos declarados", dijo ayer el ex fiscal Manuel Garrido, antecesor de Noailles al frente de la FIA, que cuestionó con dureza que la sentencia no hubiera sido apelada. "Oyarbide sólo investigó lo que los Kirchner declararon, y por eso su fallo no impide que puedan abrirse futuras causas si aparecen otros hechos o bienes", afirmó.
Pero su opinión lejos está de ser unánime. "La cosa juzgada tiene más fuerza que la aparición de nuevos elementos, aunque los demuestren totalmente culpables, por eso es un sobreseimiento que debería haber sido muy analizado. Está en juego la seguridad jurídica", dijo el penalista Alejandro Carrió. Según él, los Kirchner sí podrían ser investigados por otros eventuales delitos que les hubieran generado un beneficio económico, pero sólo si se demostrara que sus "elementos constitutivos" son otros, es decir, si son delitos independientes.
El fallo de Oyarbide, dictado en tiempo récord, es terminante. Su último párrafo dice: "Resuelvo: sobreseer en la presente causa N° 9423/09 al señor Néstor Carlos Kirchner y a la señora Cristina Fernández de Kirchner en orden al delito previsto en el artículo 268 (2) del Código Penal, dejando constancia que la formación de este sumario en nada afecta el buen nombre y honor del que hubieren gozado los nombrados".
Se basó en un peritaje de diez hojas, realizado en menos de dos meses, que sólo analizó los datos y documentos presentados por los propios acusados. Ese informe no analizó ninguna de las operaciones que Cristina y Néstor Kirchner declararon como el origen de su fortuna. Tampoco hizo referencia a cuáles fueron esos negocios.
Lo firmaron Alfredo Peralta y María del Carmen Penedo, presidente y miembro del Cuerpo de Peritos de la Corte, un organismo cuestionado por el propio tribunal, que dispuso auditarlo. También, Víctor Manzanares, contador de los Kirchner y autor de sus declaraciones juradas.
Oyarbide recibió el peritaje el 17 del actual. Al día siguiente, dictó el sobreseimiento. El juez advirtió entonces a LA NACION que era sólo un fallo de primera instancia, revisable por la Cámara Federal. La Sala I de ese tribunal, integrada por Eduardo Freiler, Eduardo Farah y Jorge Ballestero, era la designada para intervenir. Pero no hay revisión posible sin apelación fiscal.
Los fiscales
La decisión de Taiano tiene dos antecedentes. Ya había intervenido en otras causas por presunto enriquecimiento ilícito contra los Kirchner: en una consintió su cierre y en la otra propuso desestimar la denuncia por inexistencia de delito. En cuanto a Noailles, él dio señales durante la semana pasada de que no tenía una decisión tomada. Tal como informó LA NACION, le pidió a contadores internos de la FIA un informe técnico sobre el caso.
Un funcionario del Ministerio Público relató ayer que los expertos dictaminaron que "por el momento" no se podía saber "en forma cierta e indubitable" si el incremento patrimonial estaba debidamente justificado "de acuerdo con la documentación recibida para cada caso". El informe le daba a Noailles argumentos para discutir la sentencia de Oyarbide, pero él decidió no hacerlo.
Hoy, todos los expedientes que investigaron el origen del patrimonio de los Kirchner están cerrados. Uno sólo podría reabrirse, el que archivó el juez Rodolfo Canicoba Corral: la FIA, entonces a cargo de Garrido, se opuso a su clausura, y si bien la Cámara convalidó la decisión del juez, advirtió que el archivo no era definitivo y que nuevas pruebas podrían reactivar la causa.