La noche de Scioli y Zannini: famosos, faltazos y una recaudación de 35 millones de pesos

Daniel Scioli y Carlos Zannini fueron los anfitriones de una cena de recaudación que recibió anoche a más de 3200 invitados. Empresarios, gremialistas, artistas y estrellas del deporte dieron el presente. El evento tuvo el sello de la Ola Naranja, con el sciolismo detrás de cada detalle en los enormes pabellones de Costa Salguero. Miles de empresarios compraron un cubierto, o incluso mesas enteras, y engrosaron así las arcas de la campaña, con una recaudación que alcanzó los 35 millones de pesos.

Varios kirchneristas puros, como Eduardo Wado De Pedro y Andrés "Cuervo" Larroque, se mezclaron entre los invitados. A pesar de la multitud, algunas ausencias se hicieron notar. Julián Domínguez, uno de los candidatos que pelea la gobernación, no estuvo. Tampoco asistió la esposa de Zannini, que tenía un lugar reservado en la mesa principal.

Fue la comida que dio nacimiento al "Círculo Celeste y Blanco", como bautizaron al sciolizanninismo.

Aníbal en la mesa principal, Domínguez ausente. La idea original era que la fórmula "Scioli-Zannini" fuera la estrella, sin un desfile de candidatos. Pero a último momento, Aníbal Fernández, precandidato a gobernador bonaerense, consiguió un lugar central. Viajó desde Tecnópolis con el candidato presidencial del FPV (luego de la cadena nacional de Cristina Kirchner) y compartió la mesa 1 junto a Gabriel Mariotto, Wado De Pedro, Jorge Taiana y Antonio Caló. Su rival en la interna bonaerense, Julián Domínguez, en cambio, fue el gran ausente de la noche. "Está haciendo medios", explicaron desde su entorno. El titular de la Cámara de Diputados estaba en vivo en C5N mientras en Costa Salguero el sciolismo se desplegaba en todo su esplendor. Su compañero de fórmula, Fernando Espinoza, hizo una visita fugaz: llegó tarde y se fue temprano. Aníbal se las rebuscó, sin embargo, para estar en todos lados: se fue antes, y, cerca de las 23, estaba en vivo en el panel de Intratables, defendiendo a Víctor Hugo Morales.

La esposa de Zannini evitó las cámaras. Todos esperaban fotografiar anoche a Patricia Alsúa, la esposa de Carlos Zannini, que, como su marido, no es afecta a los flashes. Estaba invitada y tenía un lugar en la mesa principal, pero pegó el faltazo. El secretario de Legal y Técnica ingresó por la "red carpet" sciolista sin su compañera. ¿Habrá ocupado Aníbal su silla?

Desfile de famosos. En la entrada a los salones 2 y 3 de Costa Salguero se dispuso una larga pasarela con banners azules y gigantes "dedos en V", para que desfilaran las figuras de la noche. Fueron artistas, deportistas y cantantes. El ex luchador Jorge "Acero" Cali, custodio de Guillermo Moreno en la noche de la famosa 125 en 2008 y ex candidato a intendente de Escobar, fue uno de los primeros en ingresar. También llegó temprano el ex futbolista Carlos "Chino" Tapia, candidato en San Miguel. El corredor Marquitos Di Palma escoltó a Pepe Scioli, exultante del brazo de Rosana Bertone, flamante gobernadora electa de Tierra del Fuego. Lo siguió el nadador José Meolans y el bailarín Iñaki Urlezaga. Víctor "Tyson del Abasto" Ramírez, que obtuvo el título de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) en el Sporting Club Villa La Ñata, fue aplaudido al inicio de la velada. Por las mesas desfiló la actriz Andrea Del Boca, que se despidió haciendo la "V de la victoria".

Los animadores, gratis. Hace rato que surfean en la "Ola Naranja", pero ayer confirmaron su total adhesión. Incluso, animaron -y gratis- la gran fiesta sciolista. Primero fue el turno de los Pimpinela con el coro Kennedy. Vestida de blanco, con la imagen de Evita gigante a sus espaldas, Nacha Guevara cantó "No llores por mí Argentina". La velada fue animada por Oscar González Oro, que desde el arranque, admitió su simpatía por la candidatura de Scioli. "Yo no lo oculto", dijo al romper el hielo de la noche. No fue Ricardo Montaner, autor del himno "Yo puedo", que fue la cortina musical que sonó toda la noche.

Telerman, detrás de todos los detalles. Jorge Telerman no es sólo el jefe de campaña de Daniel Scioli. El ex intendente de la Ciudad y secretario de Cultura bonaerense, puso su buen gusto francés a disposición del evento. Como "planner" de la fiesta, cuidó cada detalle de la ambientación, del menú y de la organización de los invitados. "Frenen acá", "Ahora hacemos fotos", "Corran a la prensa", eran algunas de las directivas que daba durante la noche. Apenas pudo probar el menú que diseñó: burrata y jamón crudo de entrada y bondiola braseada de plato principal, todo maridado con vino Luigi Bosca y champagne. El lugar estaba iluminado con "jaulas" que colgaban con candelabros y árboles pintados de blanco. El funcionario no trabajó solo: Norma Isaac, histórica asistente de ceremonial que acompaña a Scioli desde sus épocas de motonauta, fue su rueda de auxilio.

Recaudación millonaria. Miles de empresarios pagaron $10.000 pesos por su cubierto. Muchos, incluso, compraron mesas enteras, desembolsando más de $100.000 ¿La recaudación total? $35 millones de pesos estimaron los organizadores en diálogo con LA NACION. El pago se hizo a través de transferencias bancarias a una cuenta del Frente Para la Victoria. A quienes pagaban le llegaba la invitación y, al llegar al lugar, un pin plateado con la "manito justicialista" para sus solapas. Hubo bancarios, empresarios de la industria indumentaria, del calzado y del petróleo, entre otros.

Camilo Vaca Narvaja, cerca de ser papá. Algo más alejado del epicentro de la fiesta, en la mesa 49, se sentó Camilo Vaca Narvaja, pareja de Florencia Kirchner, con quien esperan a una niña. Al militante de la campaña de Domínguez y habitué de las oficinas que tiene el sciolismo en la sede del Banco Provincia, en el microcentro porteño, le restan pocos días para ser papá de la primera nieta presidencial. "22 de agosto", confirmó la fecha del nacimiento a los presentes. Suena el nombre Eva.

Karina Rabolini, siempre lista. Aunque recién llegaba de una recorrida por el impenetrable chaqueño, Karina Rabolini llegó a ponerse a punto para ser de la partida. Lució un vestido de Min Agostini azul, con escote en V y lentejuelas, pero lo reversionó para el invierno: debajo se calzó una polera y en los pies, botas de caña alta. Nada puede evitar que sea el centro de todos los flashes.