La pelea nacional modificó todo el mapa electoral porteño
Sin Macri ni Lavagna, existen postulantes que ahora se ven con posibilidades
Transcurrieron pocos días, se sucedieron algunos movimientos políticos y, de pronto, el mapa político cambió casi radicalmente. Hasta hace poco más de dos semanas, el próximo escenario electoral para la jefatura de gobierno de la ciudad se evaluaba con Roberto Lavagna, Mauricio Macri, Jorge Telerman, Daniel Scioli y, tal vez, Elisa Carrió como principales protagonistas. De pronto, Carrió afirmó su vocación por competir en los comicios presidenciales; Lavagna fue convertido por un polo opositor de duhaldistas y radicales en un adversario de Kirchner, y Macri, envalentonado por sus adláteres, se mostró más como candidato a presidente que como aspirante a jefe de gobierno.
En cuestión de días, entonces, la grilla de postulantes porteños pasó a integrarse con Scioli, Telerman, Enrique Olivera en lugar de Carrió, Horacio Rodríguez Larreta como sustituto de Macri y, quizá, Rafael Bielsa, que admitió que evaluará la posibilidad de pelear por el poder porteño. La historia, en cualquier caso, ya es otra.
La primera definición correspondió a Elisa Carrió, que se lanzó como candidata a la presidencia unos días después del acto de Kirchner en la Plaza de Mayo, el 25 del mes último. En los análisis políticos, el espacio de Carrió se ocupó con Enrique Olivera, actual legislador porteño por ARI. El hombre que fue jefe de gobierno entre 1999 y 2000 manifiesta desde hace más de un año su interés por regresar al palacio municipal.
Después, Lavagna desestimó con gestos el interés de un sector del Gobierno por convertirlo en el candidato kirchnerista en la ciudad. Según admitió él en algunas reuniones políticas, aquellas especulaciones tenían más que ver con "operaciones de la Casa Rosada para bajarle el precio", como contaron a LA NACION dos dirigentes políticos que se reunieron con él en el último mes.
Lavagna se reunió con diputados surgidos del duhaldismo, se dejó cortejar por la UCR y, con críticas a la política económica del Gobierno, reapareció como un rival de Kirchner. Dejó vacante, así, la candidatura en la ciudad. Como nunca estuvo claro qué espacio ocupaba el ex ministro de Economía en la carrera porteña -¿era oficialista?, ¿era opositor?, ¿era un posible aliado del macrismo?-, en el nuevo cuadro de situación no tiene reemplazantes.
Mauricio Macri no alcanzó a posicionarse del todo para las presidenciales. Dijo, sí, que se sentía "preparado" para la competencia nacional y que Pro, la coalición que lidera junto con Ricardo López Murphy, tendría el año próximo un "candidato propio" en aquella pelea.
La lectura del discurso macrista no parece demasiado enrevesada. Al cabo, ¿qué otro dirigente de centro en esa alianza cuenta con mejores perspectivas que él?
Unica opción
Pero la comidilla en el macrismo es que, más que una afirmación sobre voluntades presidencialistas, el jefe de Compromiso para el Cambio salió a impedir que Lavagna se convirtiera en la única opción para el arco opositor, lugar que él creía ocupar hasta hace quince días.
Más adelante, dicen varios, se verá si acelera y avanza en la carrera presidencial o si acuerda con algún sector -que, en este caso, sería el que encabeza Lavagna- y regresa, con "paraguas nacional", a la nómina porteña, que es la que a él más lo seduce.
De todas maneras, convendrá a partir de ahora tomar a Horacio Rodríguez Larreta como principal candidato del macrismo. Macri lo ungió como su preferido.
Jorge Telerman y Rafael Bielsa habían coincidido en un punto: ambos estaban dispuestos a retirar sus precandidaturas si Lavagna se postulaba en la ciudad. Resuelto este intríngulis, ambos vuelven a situarse en la primera línea, aunque por ahora no queda muy claro como parte de qué armado político.
A pesar de los retoques que realizó en el gabinete local y en el Banco Ciudad, con nombramientos que se leyeron como gestos a Lavagna y al radicalismo, Telerman insiste en que quiere ser el candidato de Kirchner, lugar que hoy parece tener a Scioli como aspirante mejor ranqueado.
Scioli cuenta con el apoyo de Alberto Fernández, jefe de Gabinete y titular del peronismo porteño. Pero Telerman pretende que su buena relación con Julio De Vido y Carlos Zannini le faciliten el OK de Kirchner en desmedro de las preferencias de Fernández.
La carrera está abierta. Y tiene nuevos participantes.
Debate en el radicalismo
- "No hay una postura unánime, pero sí hay una postura mayoritaria" en la Unión Cívica Radical acerca del apoyo a una candidatura presidencial de Roberto Lavagna, señaló ayer el jefe del bloque de diputados de la UCR, Fernando Chironi. "El partido debe realizar un debate para tomar posición", agregó el legislador, que también consideró lógicas las diferencias que existen con los gobernadores e intendentes radicales más cercanos al kichnerismo: "No podemos pedirles a quienes tienen poder de gestión, que tienen que satisfacer necesidades, que se conviertan en abanderados de la oposición".