La Presidenta condenó la guerra
Recibió el Informe Rattenbach, que critica la acción militar de 1982; quiere quitarle argumentos al Reino Unido
La presidenta Cristina Kirchner recibió ayer en Olivos el Informe Rattenbach , que critica la acción militar durante la Guerra de las Malvinas , y lo difundió en la página de Internet de la Presidencia, como una forma de oficializar la dura condena del Estado argentino a la guerra y a la dictadura militar que la llevó adelante.
"Cuanto más se reclame la soberanía sobre las Malvinas, más dura será la condena a la guerra y a la dictadura", confió a LA NACION una alta fuente oficial. "Esta es una estrategia a dos años", completó.
La Presidenta busca, así, quitarle a Gran Bretaña el argumento diplomático y jurídico de que la Argentina es "un país beligerante" y que aún existe riesgo de acciones militares.
En esa línea, por la mañana, al inaugurar un centro de salud para ex combatientes, Cristina Kirchner subrayó que "la Argentina va a estar siempre del lado de la paz".
Con esta estrategia, además, intenta lograr autoridad en su condena a la "militarización" británica en las islas, que ayer reiteró. Al reclamo por Malvinas se sumaron ayer las Madres de Plaza de Mayo, en la tradicional ronda de los jueves.
En tanto, el canciller Héctor Timerman presentó ayer las notas ante las bolsas de Nueva York y de Londres que declararon "ilegal" la búsqueda de petróleo en Malvinas, para disuadir a las petroleras y a sus inversores que buscan crudo en las islas.
Otro dato deslizó ayer Cristina Kirchner. Consideró el hundimiento del Crucero General Belgrano, el 2 de mayo de 1982, un "crimen de guerra" y que sus caídos "no fueron muertos en combate".
Al criticar la guerra de 1982, la Presidenta dijo: "Tenemos 649 muertos en Malvinas; 375 fueron del Crucero General Belgrano, que no fueron muertos en combate porque el crucero estaba fuera de la zona de exclusión; fue un crimen de guerra", dijo la Presidenta. Según fuentes de la Cancillería, "es una posibilidad" que el Gobierno impulse una demanda ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya contra Gran Bretaña. Históricamente, la Armada consideró ese hecho una "acción de guerra" y por ello el Estado había desestimado cualquier acción penal. Ahora, la Cancillería lo analiza.
Según pudo saber LA NACION, el Gobierno tiene en cuenta que el Reino Unido fundamenta su negativa a discutir la soberanía en dos argumentos de peso: la autodeterminación de los isleños y la acción militar argentina de 1982.
En cambio, la Casa Rosada cree que la carta fuerte de la Argentina es la ocupación inglesa de las islas el 2 de enero de 1833. Así las cosas, Cristina Kirchner le bajará el perfil a la conmemoración del 2 de abril, que simboliza la acción bélica argentina. Ese día recordarán los 30 años de la guerra e instituiría feriado el 2 de enero de 2013, con una gran evocación.
El Gobierno pretende mostrar ante el mundo que la Argentina dio vuelta la página de la dictadura militar y de la guerra. "Es una estrategia a dos años", dicen. Con ello, también podría capitalizar eventuales logros en las elecciones legislativas de 2013 y las presidenciales de 2015.
De allí la importancia que la Presidenta le otorgó al Informe Rattenbach, una cruda crítica de las operaciones militares de 1982: se publicó anoche en la Web ( www.prensa.argentina.ar ).
"Además del informe, habrá muchas cosas en dos años para condenar la guerra. Y quitarle a Gran Bretaña el pretexto de que somos un país beligerante y tener nosotros más autoridad para condenar la militarización británica", insistió una fuente oficial.
El informe elaborado por el fallecido teniente general Benjamin Rattenbach tiene 17 tomos y fue prohibido durante la dictadura militar. La comisión designada el mes último para desclasificarlo sólo hizo "dos tachas": el nombre de un actual agente de la SIDE y de un malvinense que ayudó a las Fuerzas Armadas durante la guerra.