La Presidenta hizo campaña en Santa Fe y atacó a Binner
Junto a Rossi, su candidato en esa provincia, anunció obras y cuestionó la gestión del socialismo
PUERTO SAN MARTIN, Santa Fe.- Mabel Remón, la intérprete de lenguaje de señas que acompaña a la Presidenta, movía sus manos a toda velocidad, sin detenerse. Pero su traducción no llegó a transmitir con justeza la señal política que acababa de lanzar Cristina Kirchner: cinco días antes de las elecciones santafecinas, Cristina Kirchner compartió ayer escenario con Agustín Rossi , el candidato del kirchnerismo, y se involucró en persona en la campaña, con críticas a la gestión del gobernador socialista Hermes Binner y promesas de obras públicas para la provincia.
"Es cierto que Santa Fe ha crecido, pero ha crecido por debajo de la media nacional. Es necesario que vaya y supere también la media nacional. Es necesario y lo podemos hacer, ¡cómo no se va a poder!", dijo la Presidenta desde un atril ubicado en la planta de Unitec Bio, la empresa de biocombustible del Grupo Eurnekian que ayer la convocó. El gobernador socialista Binner también había ido para anunciar la ampliación de sus instalaciones.
"¿Por qué Santa Fe no va a poder levantar todavía más puntos y crecer junto a nosotros? ¿Cómo no lo vamos a poder hacer? Claro que lo podemos hacer", agregó la Presidenta.
Fue el momento más intenso del discurso de Cristina Kirchner. Sus palabras fueron interrumpidas por los manifestantes kirchneristas que habían llegado hasta esta ciudad, ubicada a 30 kilómetros de Rosario. "El Chivo Rossi, gobernador", cantaron, dejando en claro que no se trataba sólo de un acto institucional.
Pese a que Cristina Kirchner no lo nombró en ningún momento, el candidato a gobernador y jefe de la bancada kirchnerista en la Cámara de Diputados de la Nación, ubicado en la esquina izquierda de una mesa que tenía a la Presidenta en el centro, aplaudió con fuerza y gesto de satisfacción.
A la salida del acto, le puso palabras a los guiños sutiles que le había dedicado la Presidenta. "A cinco días de las elecciones estamos más que contentos con este espaldarazo que hemos recibido ", dijo Rossi, el primero en pararse para felicitar a Cristina Kirchner cuando terminó su discurso. "Es el empujón que necesitamos para llegar con todas las energías necesarias", agregó. Sus voceros juraban que la Presidenta había copiado partes del discurso de campaña de Rossi.
La contracara fue Binner, que, en ese tramo del discurso de Cristina Kirchner, se quedó mirando fijo a la Presidenta, en silencio y con los dedos entrecruzados. El gobernador y candidato presidencial también está jugando fuerte en el último tramo de la campaña, en la que el oficialismo provincial postula al ministro de Gobierno, Antonio Bonfatti . Un triunfo de este último le permitiría a Binner meterse en la pelea nacional.
Como ocurrió durante el acto del Día de la Bandera, en Rosario, el gobernador fue blanco de chiflidos y de abucheos de los manifestantes kirchneristas.
Pero a diferencia de esa oportunidad, en la que prefirió no hablar, esta vez tomó la palabra y también se permitió marcar diferencias con el gobierno nacional.
"El campo da mucho más de lo que se imaginan los que se la pasan denostando la actividad", dijo, con gesto serio, antes de que hablara Cristina Kirchner. "Estamos muy contentos de acompañar a la señora presidenta una vez más y de que Santa Fe sea la provincia que más está creciendo en el aporte a la fiscalidad de nuestro país", cerró su discurso, entre chiflidos.
Apenas la Presidenta se paró de su silla, los manifestantes, ubicados al fondo del salón, detrás de los empresarios y dirigentes de la provincia, comenzaron a corear un cantito clásico de los últimos actos oficiales. "Para Cristina, la reelección", pidieron.
Quejas
Unos minutos más tarde, las miradas de la mesa volvieron a apuntar a Binner, cuando la Presidenta se quejó por la falta de aprobación de la ley de presupuesto en el Congreso.
"Crecimos el año pasado al 9,2 por ciento y, sin embargo, no he conseguido que me aprueben el presupuesto de la Nación, que no es el presupuesto de Cristina, es el presupuesto de todos los argentinos", dijo, sin detenerse ante los gritos de los manifestantes que le exigían a Binner que tomara nota. "Si pudiéramos dejar de lado, muchas veces, las diferencias naturales que existen en la vida política, en la vida de las personas, no hace falta ser un político para pensar diferente al otro, uno piensa siempre de una manera y otro de otra", agregó.
Enseguida anunció la firma de un convenio entre los ministerios de Defensa y de Agricultura para estimular la actividad de los pequeños y medianos productores de la provincia, y volvió a ganarse los aplausos.
Sobre el final, Cristina y Rossi bajaron del escenario para saludar a la gente.
A la pasada y entre risas, el ministro de Planificación, Julio De Vido, le levantó el brazo derecho al jefe de la bancada kirchnerista en Diputados.
Al margen de cuál sea el resultado de los comicios del domingo, Rossi se mostró satisfecho, como si acabara de ganar una batalla difícil.
EL RECUERDO DE LOS GATOS DE ROSARIO
La Presidenta les pegó ayer a los medios de comunicación, pero no por las críticas que recibe su Gobierno. "En los 90 querían reflejar la pobreza de la Argentina mostrando la gente comiendo gatos en Rosario", dijo, al recordar una famosa nota televisiva de 1996 que poco después se reveló falsa.
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