La Presidenta recibió a Evo Morales, entre quejas de la comunidad judía
Inauguraron un gasoducto binacional; la DAIA y la AMIA cuestionan la relación de Bolivia con Irán
Un anuncio de gas evaporó un grave conflicto diplomático. La presidenta Cristina Kirchner recibió ayer a su par de Bolivia, Evo Morales: inauguraron juntos el gasoducto Juana Azurduy, por el cual se aumentará la compra de gas boliviano ante la caída de producción argentina. Mientras tanto, los dirigentes de la comunidad judía condenaron la visita: Morales recibió en mayo último en su país al ministro de Defensa de Irán, Ahmad Vahidi, acusado por el atentado contra la AMIA, en 1994.
Por cadena nacional -que utilizó 23 veces este año-, la Presidenta diseñó un anuncio de campaña con miras a las elecciones del 23 de octubre, en las que buscará su reelección. Dio por cerrado así el entredicho diplomático originado en la protesta que la Cancillería le había formulado a Evo Morales por la visita del acusado Vahidi.
El gobierno de Morales había pedido disculpas por su supuesto desconocimiento acerca de la acusación judicial que pesaba sobre el funcionario iraní por el ataque terrorista que dejó 85 muertos, entre ellos seis de nacionalidad boliviana. Pero la Presidenta no mencionó el espinoso asunto, pese a las severas quejas de la comunidad judía, que ayer subieron el tono.
Antes del encuentro de los presidentes, el clima se tensó. "Nuestro repudio es permanente y se necesita una explicación mayor a decir que no sabía quién venía", señaló el presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), Aldo Donzis. Su par de la mutual judía, la AMIA, Guillermo Borger, solicitó una reunión formal con Evo Morales para manifestarle la insatisfacción de la entidad por las excusas de la diplomacia boliviana. Y los familiares de las víctimas de la AMIA, a través de Sergio Burstein, expresaron que no creen en esos argumentos.
En medio de eso, Cristina Kirchner y Evo Morales pusieron en marcha el gasoducto Juana Azurduy, de 48 kilómetros, desde Campo Grande (Bolivia) hasta Campo Durán (Salta). Con un discurso de tono electoral, la primera mandataria celebró como un logro que por allí ingresarán 7,5 millones de metros cúbicos de gas boliviano en 2011 y 27,7 millones de metros en 2020.
Lo que no mencionó la Presidenta es que la producción diaria de gas natural se redujo drásticamente en la Argentina desde 2003 hasta ahora, y que la tendencia es descendente. Además, las reservas comprobables bajaron de 35 años en 1990 a 7 años en la actualidad.
Por eso, la Argentina debe importar gas de Bolivia y otras partes del mundo a altos precios.
Antes de su encuentro con la Presidenta en el Salón de las Mujeres de la Casa Rosada, Evo Morales recibió un doctorado honoris causa de la Universidad Nacional de Córdoba.
El presidente boliviano permanecerá hasta hoy para asistir al partido inaugural de la Copa América, que jugarán las selecciones de fútbol de la Argentina y de Bolivia, en La Plata.
En medio de tanta hospitalidad, contrastaron las muestras de malestar de la comunidad judía por la visita de Morales, que participó en un acto militar con el iraní Vahidi, que tiene pedido de captura internacional en la causa judicial en la que se investiga el atentado de 1994.
Donzis aseguró en declaraciones a Radio 10 que esa reunión bilateral con Evo Morales causó "mucha irritación no sólo a la comunidad judía, sino a la sociedad argentina toda".
El titular de la DAIA consideró: "Es la justicia argentina la que los ha señalado como responsables de los máximos atentados acá, en la Argentina".
La Casa Rosada y Evo Morales no respondieron a los reclamos de los dirigentes comunitarios.