Política social: se lanzó la nueva forma de pago para el plan Jefes y Jefas de Hogar. La tarjeta social debutó sin demasiados inconvenientes
Unos 8000 desocupados comenzaron a percibir el subsidio por el sistema bancario
Cuando el sol despuntaba, caminó casi 30 cuadras entre el frío descampado de las calles de tierra del humilde barrio de Santa Inés, en Florencio Varela; esperó más de dos horas en la cola del complejo municipal, viajó en colectivo hasta el cajero automático y aguardó su turno en la hilera del banco. Andrés Salto tiene 25 años, tres hijos y, desde ayer, cuenta con una tarjeta del Banco Nación con la que cobró los 150 pesos del plan Jefes y Jefas de Hogar Desocupados.
Como Andrés, la mayoría de los cerca de 8000 beneficiarios del subsidio estatal que estrenaron esta modalidad en los municipios de Florencio Varela, Morón y Rosario usaron por primera vez una tarjeta bancaria. La entrega, a cargo del Ministerio de Trabajo, continuará hasta el 30 del actual, hasta completar los 90.900 desocupados inscriptos en esos distritos. La modalidad se instrumentó sin incidentes ni demoras importantes, aunque hubo algunas complicaciones al momento de la extracción de efectivo.
La tarjeta magnética sirve para pagar en comercios donde se les devolverá el 15% del IVA sobre las compras ejecutadas o retirar todo el subsidio.
"Lo positivo es que el pago va a ser más rápido y más seguro", afirmó Andrés, que se dedica a hacer trabajos esporádicos de plomería. "En los barrios andan robando mucho; «El Defensa» (el centro donde cobraba por ventanilla) era una boca de lobos", añadió, mientras se aproximaba a la fila que iba más allá de una cuadra frente a la entrada del Polideportivo La Patriada, en el corazón de Florencio Varela.
"Es la última vez que hago una cola como las de antes, desde las cinco de la mañana, con lluvia o frío; era inhumano", expresó Vanesa Ayala, una ama de casa, en alusión al sistema anterior de pago que, por ahora, seguirá en vigor en el resto del país.
Sin embargo, muchos desocupados expresaron miedo y desconfianza hacia la flamante metodología. "No sabemos si va estar siempre la plata en los cajeros", dijo un beneficiario. "Muchos compañeros tienen miedo de que, con esta excusa, el Gobierno los deje afuera de los planes", agregó otro.
Luego de presentar su documento de identidad y actualizar sus datos personales, Andrés recibió la tarjeta junto con una clave personal. Uno de los cinco colectivos dispuestos para el traslado lo acercó hacia el cajero automático, donde lo esperaban estudiantes de trabajo social, quienes lo guiaron en la operación.
"Fue fácil" , opinó Andrés. Como la mayoría de los beneficiarios, optó por retirar todo el efectivo. "La plata la necesitamos para pagar el fiado al almacenero, para la garrafa o el tren; ¿de qué nos sirve el débito?", señaló.
No todos tuvieron una buena experiencia: muchos desocupados sólo pudieron extraer $140 y algunos tenían saldo cero en sus cuentas.
"Los problemas fueron puntuales y menores", explicó el secretario de Políticas Sociales, Daniel Arroyo, y agregó: "Estamos muy contentos; la gente sabe usar el cajero mucho más de lo que creíamos". También precisó que en septiembre próximo cobrarán otros 100.000 beneficiarios. La idea es extender la modalidad a la totalidad de empadronados, estimada en 1.800.000 personas. En Florencio Varela se entregaron 2500 tarjetas, en Morón 700 y en Rosario, cerca de 4800.
Después del mediodía, Andrés se volvió a su casa, con la plata y una tarjeta magnética en el bolsillo.
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