La UCR quiere debatir con el Gobierno la coparticipación
VIEDMA.- Fieles a la idea de que los agrupó durante dos días de debate, de no ser una oposición sólo declarativa sino con iniciativas, la Unión Cívica Radical (UCR) anunció ayer que hará llegar al gobierno nacional, el Congreso y los gobernadores justicialistas la propuesta de coparticipación que sus principales líderes suscribieron en esta ciudad al cerrar el encuentro de gobernadores que había comenzado el jueves.
"No queremos ser fuerza opositora por nuestras declaraciones, sino por lo que hacemos y proponemos", definió el presidente del comité nacional partidario, Angel Rozas, al cerrar el encuentro.
En dos jornadas de debate económico, pero con fuerte simbolismo político, los líderes del radicalismo acordaron puntos básicos en materia de masa coparticipable, desarrollo regional y reforma previsional, que harán llegar al oficialismo como aporte a la discusión, que según ellos, el Gobierno todavía no ha abierto a la oposición.
Así, los gobernadores, bloques parlamentarios y ministros de economía provinciales reunidos en Viedma insistieron en su rechazo a nuevos pactos fiscales -en su lugar, pidieron al Gobierno una ley de coparticipación de fondo- y consensuaron algunas líneas generales para su futura elaboración, que incluyen:
- La creación del Fondo de Desarrollo Regional, que financie obras de infraestructura para las regiones menos desarrolladas.
- La formación de un organismo fiscal federal que fijará las políticas de inversión de los programas, cuya ejecución estará a cargo de las provincias.
- La inclusión, dentro de la masa coparticipable, de todos los impuestos existentes en el país y a crearse, incluyendo los impuestos específicos sobre el comercio exterior.
- Un acuerdo sobre las deudas nacionales, provinciales y municipales y el financiamiento de la seguridad social, que deberá incluir una prestación básica universal y con criterio de libre elección, que abarque a aquellos mayores sin posibilidades de jubilarse.
Sana separación
Desde el punto de vista político, el encuentro forma parte de la ofensiva que inició este año la UCR para posicionarse como oposición al Gobierno y segunda fuerza política.
En la cumbre quedó claro que la postura más dura correrá por cuenta del comité nacional y de los legisladores que se sumen, mientras que los gobernadores mantendrán su tono conciliador con el oficialismo, en busca de concretar planes de infraestructura y programas sociales que el Gobierno prometió, luego de una acusación -efectuada por autoridades partidarias y parlamentarias- de que las provincias radicales eran discriminadas en el reparto de fondos.
"Una cosa es la postura partidaria y otra la relación institucional de las provincias con el gobierno nacional; hay que saber separarlas", aclaró Julio Cobos, gobernador mendocino, a LA NACION.
Aunque los tiempos apremiaron, y resultaron cortos para acuerdos más específicos, los líderes partidarios pudieron debatir ese tema en una reunión privada entre Rozas, los gobernadores de Corrientes, Mendoza, Río Negro y Chaco (Tierra del Fuego y Catamarca faltaron a la cumbre), y los presidentes de los bloques en Diputados, Horacio Pernasetti, y en el Senado, Mario Losada.
El cónclave, según indicaron varios asistentes, fue en buenos términos y cada uno aceptó la posición del otro, en la creencia de que todas las estrategias son buenas para refundar al partido.
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