La última gran inauguración de De la Rúa, en medio de las protestas: la “obra del siglo mendocina”

MENDOZA.- Fue su última gran inauguración, en medio de los cacerolazos . Fernando de la Rúa, quien falleció hoy a los 81 años, tuvo un importante y esperado corte de cintas antes de renunciar como presidente. Fue el lunes 10 de diciembre de 2001 en Mendoza, donde dejó inaugurada "la obra del siglo XX" de la provincia cuyana: el Dique Potrerillos.

Fue una visita relámpago, donde se evitó el contacto con la población, debido al malestar creciente por la situación económica del país, bajo la recordada consigna "Que se vayan todos". El exmandatario arribó después del mediodía a la Brigada Aérea, a bordo del Tango 03, y fue subido a una helicóptero que lo trasladó directamente a la zona montañosa para comandar el acto, junto con el entonces gobernador mendocino, Roberto Iglesias. Mientras, en tierra, lo esperaban nuevas manifestaciones, que logró finalmente eludir.

Enfrente solo tenía una monstruosa obra vacía. Fue el expresidente en persona quien dio inicio formal al ingreso del agua. Se trató de la inauguración de una imponente infraestructura hidráúlica, considerada la "obra del siglo XX" mendocina, construida entonces por dos empresarios que hoy están siendo investigados en la causa de los cuadernos de las coimas, Jose Cartellone y Enrique Pescarmona.

Durante su fugaz paso por la provincia cuyana, De la Rúa reconoció la compleja situación económica del país al tiempo que confirmó a su ministro, Domingo Cavallo, quien avanzaba en las negociaciones con el FMI. "Cavallo tiene mi confianza personal; realiza un enorme esfuerzo y hace todo lo que hay que hacer", dijo el mandatario sobre el restablecimiento del diálogo con el organismo internacional. Sin embargo, admitió: "La realidad es más tozuda de lo que pensé y es más duro salir de la pendiente de lo que imaginamos. Todos queremos resultados, estamos urgidos por resultados".

Durante la siesta mendocina, De la Rúa finalmente dio apertura formal a las compuertas provisorias del dique Potrerillos, en compañía de su vocero, Juan Pablo Baylac, y del secretario General de la Presidencia, Nicolás Gallo. El proceso de llenado se realizó en dos etapas y en 2003 el agua alcanzó su máximo nivel, con 450 mil millones de litros.

El año anterior, en marzo del 2000, el expresidente tuvo otra visita recordada a Mendoza. Fue durante los festejos de la Vendimia, pero se encontró con un revuelta carcelaria, conocida como "Motín Vendimial", la cual terminó con todos los rehenes en libertad y sin muertes.