La viuda de Muñoz aceptó declarar como arrepentida y aportar datos
Pochetti le pidió a su defensor negociar los términos para confesar; su testimonio es clave para determinar si el exsecretario encubrió bienes de los Kirchner
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"¿Qué pasa si me arrepiento?", le preguntó el miércoles a última hora la viuda de Daniel Muñoz, Carolina Pochetti, a su abogado, el defensor oficial Juan Martín Hermida. Pochetti, que se encuentra detenida desde hace tres meses, buscaba conocer qué beneficio obtendría en caso de confesar sus secretos a los investigadores de la causa de los cuadernos de las coimas.
Después de conocer cómo sería la estrategia de su defensor para encaminarla a recuperar su libertad, pidió declarar como arrepentida y entonces ayer fue trasladada a Comodoro Py por segundo día consecutivo.
Durante más de tres horas, y con un operativo de seguridad que bloqueó los pasillos del quinto piso de los tribunales, Pochetti declaró frente a los fiscales Carlos Rívolo y Carlos Stornelli.
Pero luego fue trasladada de regreso al penal de Ezeiza, sin haber celebrado un acuerdo. El contenido de la reunión entre Pochetti, su defensor y los fiscales aún se mantiene bajo reserva, y al cierre de esta edición no se había definido si regresará para continuar con su declaración y así aportar más información -o más convincente- o no.
Pochetti -que fue beneficiaria de las cuentas de Muñoz en el exterior- cambió de abogado porque su defensor anterior, Miguel Ángel Plo, también fue imputado en esta causa, sospechoso de ser uno de los partícipes de las maniobras de lavado de dinero de las propiedades por 70 millones de dólares que Muñoz adquirió en los Estados Unidos a través de un entramado de sociedades offshore.
En un claro cambio de rumbo, Pochetti prescindió de los servicios de Plo como abogado y eligió designar a un defensor oficial, hace dos días, cuando comenzó a preparar el terreno para pedir ser arrepentida.
La viuda de Daniel Muñoz, el hombre que conoció la intimidad y los negocios de Néstor Kirchner y a quien se sospechó de testaferro, es considerada una pieza clave en la causa de los cuadernos de las coimas para indicar de dónde vino el dinero que utilizó su marido para comprar 16 propiedades en los Estados Unidos y cuál es su actual paradero.
Cuando quedó detenida, el 25 de octubre, y declaró ante Claudio Bonadio, negó todos los cargos que se le imputaron y lloró frente al juez. En ese entonces dijo que su marido le decía que se mantuviera por fuera de los asuntos de la política.
Pero luego las personas de su entorno que también habían quedado detenidas comenzaron a arrepentirse. El empresario marplatense Sergio Todisco y su expareja Elizabeth Ortiz Municoy, que oficiaron como titulares de sociedades a través de las cuales se realizó la venta de propiedades, se acogieron al régimen del arrepentido y brindaron información sobre las maniobras de venta.
Municoy dio varios nombres y comprometió a Carolina Pochetti, a su abogado Miguel Ángel Plo y al exministro de Economía de Santa Cruz Juan Manuel Campillo. Entonces Campillo, tras haber pasado un tiempo tras las rejas, también se arrepintió, y comprometió a Pochetti. Después de él pidió ser arrepentido Carlos Gellert, el primo de Pochetti, que quedó detenido en la frontera entre Estados Unidos y México. Todos ellos aportaron datos que, según los fiscales del caso, sirvieron para esclarecer gran parte de las etapas que tuvo este circuito para borrar la ruta del dinero de Daniel Muñoz.
Por eso las expectativas alrededor de un posible acuerdo con la viuda de Muñoz eran tan grandes.
La vara para ella está muy alta: ya son varios los arrepentidos que dieron información sobre cómo se produjo la venta de propiedades en el exterior.
Es decir que en la investigación ya está esclarecido cómo fue ese esquema y quiénes participaron, y resta saber de dónde provino el dinero ilícito y dónde está ahora.
Se busca determinar si ese dinero tuvo su origen en la trama de recaudación ilegal revelada por LA NACION y exhibida en los cuadernos del chofer Oscar Centeno.
Según quienes llevan adelante la investigación, la viuda de Muñoz habría "conformado una estructura jurídica, societaria y bancaria" destinada a lavar el dinero de origen ilegal de la trama de lavado de Daniel Muñoz.
El primo de Pochetti, Carlos Gellert, que declaró como arrepentido la semana pasada, obtuvo ese estatus ayer por la tarde, cuando Bonadio decidió homologar su acuerdo. Gellert, sin embargo, seguirá detenido.
Al igual que como lo hizo con Campillo, Bonadio consideró que, aun con el acuerdo homologado, el imputado no debe quedar en libertad.
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