Las Madres tercerizan su obra más grande

Nuevos actores empiezan a jugar en los cuatro obradores que la Fundación Madres de Plaza de Mayo tenía en la Capital, y de los que se desprendió finalmente el último día de agosto, así como lo había hecho el mes anterior con los programas de construcción en el interior, por decisión del Gobierno.

Según afirmaron ayer sectores sociales kirchneristas a La Nacion, la organización de derechos humanos que dirige Hebe de Bonafini se vinculó con una empresa privada para seguir con las obras en el barrio de Castañares, en Villa Lugano, el predio más importante de las Madres en la ciudad.

A su vez, los obradores de Piletones, Villa 15 y Villa 20 quedarán a cargo de cooperativas conformadas por los casi mil trabajadores que la misión Sueños Compartidos empleaba en la Capital, y que también serán asesoradas por el Movimiento Evita, que lidera Emilio Pérsico.

"La empresa es la constructora Sentra SA, que va a darle trabajo a los obreros que desde el escándalo de [Sergio] Schoklender empezaron a tener problemas", expresó uno de los informantes kirchneristas que en estos días participó en las negociaciones para que continúen las construcciones sociales.

"Las Madres pueden subcontratar a esta empresa privada para terminar las casas porque así se lo permite el convenio", agregó la fuente.

"El contrato que hay entre la Fundación, el gobierno porteño y la Nación le deja a las Madres la potestad de poder transferir sus obradores", informaron a La Nacion en el Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC), el organismo que tendrá que controlar los avances de las distintas obras para que la Casa Rosada realice los depósitos correspondientes.

En Castañares están en ejecución unas 780 viviendas sociales, de las cuales ya se terminaron cerca de 370. De los 680 obreros que comenzaron a trabajar en julio del año pasado, la empresa privada admitiría a algunos de ellos, pero no a todos, aunque aún se desconoce con precisión la cantidad.

"Todavía estamos acomodando el traspaso, que empezó a hacerse efectivo el 1° de septiembre", dijo un vocero de Bonafini, quien agregó: "Se están formando cooperativas para los trabajadores".

En los demás obradores de la Capital, el movimiento Evita va a ser el actor que los organice en cooperativas para que no pierdan su puesto de trabajo. "No se va a conformar nuestra agrupación en una empresa constructora, sino que le daremos una mano a los trabajadores. A los que no sigan en la construcción, intentaremos buscarles nuevas actividades", argumentaron allegados a Pérsico.

Según contaron allegados a las Madres, el convenio con el Movimiento Evita se firmó entre Bonafini y Pérsico a mitad de agosto pasado, y en los próximos días comenzaría a hacerse efectivo, además de seguir asesorando a las nuevos adjudicatarios en las construcciones.