Las papeleras, cerca de un gesto para el acuerdo
El conflicto entre la Argentina y Uruguay por las papeleras ingresó en zona de definiciones. La Casa Rosada reiteró ayer que si no se suspenden las obras de las plantas de Fray Bentos por 90 días, el presidente Néstor Kirchner cancelará la reunión anunciada para el miércoles en Colonia con su colega uruguayo, Tabaré Vázquez. Y la empresa Botnia le envió al gobierno oriental su propuesta para detener en forma transitoria la construcción. Pero el tiempo y la forma del anuncio deberá definirlos la administración de Montevideo.
Desde Uruguay aseguran que Vázquez mantiene, por ahora, su posición de firmeza y sostiene que no pedirá que se frenen las obras.
Pero Botnia (Finlandia) y ENCE (España) podrían proponerlo. Y Vázquez aceptarlo. Se guardarían así las formas jurídicas para evitar futuros altercados jurídicos.
Botnia le envió al gobierno uruguayo su propuesta de suspensión de las obras y, según dijeron a LA NACION allegados a la empresa, "está en la misma línea" de lo que acordaron Kirchner y Vázquez en Santiago de Chile, el 11 del actual: 90 días de tregua para que los presidentes se reúnan y convengan el modo de neutralizar el impacto ambiental.
ENCE ya comunicó que está "dispuesta al diálogo" para facilitar el acuerdo. Su caso es menos complejo: aún no empezó las obras.
Fuentes muy cercanas a las plantas de pasta de celulosa acusadas de contaminación aseguraron a LA NACION que "ya está todo conversado y todo conduce hacia ello: las empresas lo proponen y el gobierno de Tabaré anunciaría que se paralizarán las obras".
El gobernador de Entre Ríos, Jorge Busti, dijo ayer a LA NACION: "Estamos a la expectativa. Esperando. No tenemos noticias de Uruguay". Si no se anuncia, agregó, la reunión entre Kirchner y Vázquez, programada para el miércoles próximo en Colonia, Uruguay, no se hará. Así se lo dijeron a Busti tanto el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, como el canciller Jorge Taiana. Kirchner definió que ésa es la condición luego de que se levantaron los piquetes de asambleístas en los pasos fronterizos de Gualeguaychú y de Colón, la semana última.
Prudencia
Hasta el momento, la Casa Rosada demostró una mesura y una prudencia dignas de ser aplicadas también en otros conflictos y negociaciones. Con esa premisa, Alberto Fernández, y el ministro del Interior, Aníbal Fernández, ratificaron ayer el requisito ineludible para que haya cumbre.
"Las empresas papeleras deberían dar ese paso", dijo el primero, en declaraciones radiales.
La reunión de Colonia fue anunciada por el propio gobierno de Uruguay y ratificada por la Casa Rosada.
El secretario general de la Presidencia uruguaya, Gonzalo Fernández, lo hizo público: si dejara caer la reunión, Vázquez se expondría a un revés político que agigantaría la sensación de incertidumbre. Tiene mucho que perder.
Sin embargo, debe atender varios frentes políticos y legales. Los partidos Blanco y Colorado, su oposición, pondrán el grito en el cielo apenas anuncie cualquier suspensión de obras. No lo ayudan a llegar al acuerdo con Kirchner. Por otro lado, debe ajustar los detalles de la suspensión para no violar contratos firmados que obligan al Estado uruguayo.
"Las propuestas de Botnia para frenar por 90 días las obras ya fueron enviadas al gobierno de Vázquez. Las formas y el tiempo los definirá el gobierno uruguayo", dijo a LA NACION una fuente que conoce muy bien la negociación de la empresa finlandesa. "No habrá anuncio ni comunicado de la compañía", aclaró.
"Sin embargo, fueron presentadas varias alternativas, todas en línea con lo que plantearon los gobiernos en Chile: tregua por 90 días", agregó.
Para las papeleras resulta muy importante el acuerdo. Necesitarán de la Argentina para el proceso de producción y no les conviene tener un marco imprevisible y conflictivo en la relación bilateral. Extraerán de nuestro país parte de sus insumos: madera, materias primas, mano de obra, ingenieros y contratistas. No necesitan de la pelea.
Son, aun así, muy puntillosos y exigentes en el resguardo del aspecto institucional y legal.
También, un cable de la agencia estatal Télam dio cuenta ayer de la predisposición de Botnia para detener las obras e informó que el anuncio quedaría en manos de Uruguay.
Además, en Santiago de Chile, tras reunirse con Kirchner, Vázquez había dicho a LA NACION: "Tengo entendido que ENCE y Botnia están dispuestas a suspender las obras" por 90 días.
Alberto Fernández insistió en ello. "Estamos esperando ver cómo evoluciona el tema papeleras; cuando los presidentes se reunieron en Chile pusieron dos condiciones básicas para un encuentro donde alcanzar la solución definitiva", dijo. "Las empresas deben suspender las obras", agregó.
Aníbal Fernández complementó el argumento: "Es imperioso que haya un gesto de las empresas".
Tras desactivar los piquetes y después de las señales de las compañías, Uruguay tiene la respuesta.
Informe incompleto
- El gobierno de Entre Ríos giró ayer al presidente Néstor Kirchner el informe de la ombusdman del Banco Mundial, Meg Taylor, en el que se cuestiona un estudio de impacto ambiental favorable a las empresas que construyen dos papeleras en Fray Bentos. La ombudsman determinó que el documento de la Corporación Financiera Internacional, brazo financiero del Banco Mundial, fue "incompleto" y "poco riguroso".
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