Las tensiones entre Cambiemos y el radicalismo por la vicepresidencia

A continuación, sus principales conceptos:

• La relación entre el Pro y los radicales viene tensionada hace rato. Hoy apareció en el Gobierno una idea de convocar una reunión con los radicales para la semana que viene para ver cómo se replantea la estrategia para minimizar los ruidos.
• El primer problema es el de la fecha de las elecciones , donde ya hay un quiebre. Se partió la decisión: los dos distritos del Pro (Capital y Buenos Aires) van a ir en la misma fecha que la elección nacional en octubre bajo la estrategia común, que es que todos tienen que apuntalar al objetivo principal que es la reelección de Macri .
• Pero los radicales, tanto Cornejo como Morales , que tienen elecciones a gobernador, desdoblaron la fecha. Esto marcó una fricción, porque demuestra que no es tan ventajoso para todos estar pegados a la figura de Macri.
• Los radicales vienen reclamando una serie de planteos que tienen que ver con mayor participación en la toma de decisiones, y tener mayor lugar en el armado de listas. Y su objetivo máximo: colocar a un candidato para la vicepresidencia. La idea que alguna vez flotó de competir contra Macri en las PASO ya se desestimó.
• Desde la Casa Rosada ven muy improbable la posibilidad de darle la vicepresidencia a los radicales. Siguen barajando la posibilidad de que sea una mujer, incluso que vuelva a ser Gabriela Michetti . En la elección nacional, la Casa Rosada sigue entendiendo que el electorado está partido en tercios, con los dos extremos representados claramente por el macrismo y el kirchnerismo.
• Piensan que la demanda de los ciudadanos ordena la oferta electoral. Descreen de los acuerdos de cúpula, por eso dicen que no sirve arreglar con el radicalismo. Piensan que no tracciona votos, en cambio, hay que percibir los reclamos reales de la gente.
• En el centro, ven al votante blando de Cambiemos que quizás hoy está decepcionado pero confían que lo pueden volver a convencer. De las demandas posibles de la ciudad, que son mejorar la economía y la transparencia, el Gobierno confía en que la segunda pesa más en su tercio del electorado.