Lavagna busca formar una "malla de contención" en medio de la crisis
En medio de la incertidumbre financiera, el candidato a presidente de Consenso Federal, Roberto Lavagna, buscará constituirse en "una malla de contención de confianza" frente a la crisis de los mercados. Para eso, intensificará su convocatoria a una mesa de diálogo económico y social y su pedido de instrumentar un programa de emergencia alimentaria y sanitaria.
Según pudo saber LA NACION de fuentes de su entorno, Lavagna vincula el agravamiento de la crisis financiera con el aumento de la pobreza y el hambre. Y considera que la mejor malla de contención y de confianza para esas dos urgencias es una mesa de consenso al estilo del Diálogo Argentino en 2002.
"Es urgente convocar a todos los sectores para acordar cómo evitar la fuga de capitales, la devaluación y la inflación, que repercuten en el hambre. Porque la suba de precios y la recesión empeoran", dijo un allegado a Lavagna. "La propuesta pendiente es la mesa de consenso, que en sí misma sería una malla de contención", agregó.
"Esta crisis deriva de la polarización, en la que nosotros no tuvimos participación, somos observadores y tenemos espíritu de contribución a la gobernabilidad", dijo el jefe de campaña, Armando Torres.
El candidato a diputado bonaerense de Consenso Federal, Alejandro "Topo" Rodríguez, mano derecha de Lavagna, señaló a LA NACION: "No esperen de Roberto [Lavagna] ninguna actitud que no sea la de un hombre de Estado".
La diputada Graciela Camaño agregó: "Lo que vamos a hacer es seguir siendo sensatos. Tenemos al mejor candidato para esta hora, el más capacitado para generar confianza en la economía y para una transición de cuatro años, sin reelección y para los argentinos".
En esta coyuntura, el candidato les ordenó a sus colaboradores maximizar la conducta "moderada y propositiva" para generar confianza en medio del descrédito. Todavía no hay medidas para proponer, pero se están estudiando.
Según sus allegados, "Lavagna se siente muy cómodo y respaldado por Juan Manuel Urtubey, porque coinciden en la visión de la crisis, en la estrategia para la salida y en la moderación para manifestarse". El gobernador de Salta y candidato a vicepresidente protagoniza todas las mesas políticas del frente.
"Estamos analizando las últimas medidas del Banco Central, pero restringió mucha información. Vamos a esperar para tener algunas recomendaciones", dijo el diputado Marco Lavagna. Su padre, Roberto, sugirió en la conferencia de prensa el jueves último que el Gobierno debe tomar "medidas adicionales para evitar que se facilite la fuga de capitales". Consultado por LA NACION, Lavagna no informó cuáles serían esas medidas.
"Estamos en una situación muy sensible y tenemos que ser muy prudentes y garantizar la gobernabilidad", dijo un operador del exministro de Economía. "Nosotros nos percibimos y vemos que nos perciben nacional e internacionalmente como una malla de seguridad y de confianza frente a cómo están evolucionando los hechos", señaló la fuente oficial. "No somos promotores de esta situación. Pero hoy estamos peor que ayer", señaló ese asesor de Lavagna.
No tiene previsto llamar al Gobierno ni al candidato a presidente del Frente de Todos, Alberto Fernández, porque considera que es la Casa Rosada la que debe convocar a un diálogo. Pese a su respaldo a la gobernabilidad, tomará distancia de lo que digan o hagan tanto Macri como Fernández, para preservarse como reserva de confianza.
Los candidatos de Consenso Federal buscarán sumar caudal electoral en el voto blando de Macri y de Fernández con el argumento de que "Lavagna es el mejor candidato para una crisis como esta y para derrotar a Fernández o al Gobierno". Consideran que Macri y Fernández quedaron desgastados en los días de crisis post-PASO. Buscarán instalar la figura de Lavagna como piloto de tormentas entre 2002-2006, luego de la crisis de 2001, aunque esto no estará en su discurso.
Lavagna redoblará la apuesta lanzada el pasado 15: además de un programa alimentario y de una mesa de diálogo, insistirá en la suspensión de la campaña o del "campañismo", para abocarse a los dos primeros temas.
En su búnker existe satisfacción porque el Gobierno tomó la propuesta de Lavagna de renegociar el acuerdo stand-by con el FMI. Insistirá además en dos ejes lanzados el jueves último para respaldar al Gobierno: sería oportuno que el desembolso de US$5400 millones del FMI se produjera en septiembre, como estaba previsto, y no tiene por qué haber default de la deuda. Buscará mostrar prudencia. El kirchnerismo dejó trascender que no era bueno el desembolso y Fernández habló de "default virtual".
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