"Le dije que cuidara a mi hijo y a su familia"
La despedida de Hilda Molina a su madre
Cuando atendió el llamado de LA NACION en su pequeño departamento de La Habana, Hilda Molina acababa de cortar con su hijo, Roberto Quiñones.
"Le conté que su abuela ya estaba volando para la Argentina a econtrarse con él y se puso a llorar, y eso que es un hombre de 45 años", se emociona Molina.
La médica disidente cubana, que no ve a su hijo desde hace 14 años, está convencida de que el viaje de su madre, Hilda Morejón, de 89 años, es un paso fundamental en el reencuentro de la familia, por eso prefiere hablar de la felicidad de su partida y no de la tristeza que le provoca quedarse completamente sola en Cuba.
"Era una de las grandes ilusiones de mi vida, porque yo sufrí mucho la separación de mi familia, pero especialmente por mi madre que nunca tuvo nada que ver con la política", dice Molina, que sólo tiene palabras de agradecimiento para los gobiernos de Raúl Castro y de Néstor y Cristina Kirchner.
-¿Cómo fue la partida?
-Mi madre se portó muy valiente, a pesar de que nunca había subido a un avión. Y los argentinos que volaban con ella me reconocieron y me felicitaban. ¡Me decían que me quedara tranquila que la iban a cuidar en el avión!
-¿Qué dijeron en la despedida?
-Ella amaneció hablando mucho, para que yo no notara que estaba triste porque nos íbamos a separar. Me repetía que nos íbamos a volver a ver. Está totalmente inválida pero lúcida como una persona joven e inteligente. Yo le dije que cuidara mucho a mi hijo y a mis nietos y que los hiciera felices.
-¿Mandó algún mensaje para sus nietos?
-Sí, le dije a mi nuera que le dijera a Juampi [de 7 años] que algun día ya podré jugar con él y conocer su escuela. De Robertito ya me perdí esa etapa [tiene 12 años]. Es un muchachito lindo y elegante y le voy a pedir que me permita pasear de su brazo. (Se ríe)
-¿Con quién va a quedarse allá?
-Sola, no tengo familia aquí.
-¿Cómo va a pasar sus días?
-Voy a leer mucho y seguir estudiando. Me interesa la literatura mundial y libros de nuevos fármacos y estimulación biofísica que me mandó mi hijo.
-¿Confía en que la dejen salir?
-Si el gobierno cubano piensa que es lógico que yo viaje a la Argentina, muy bien, pero no voy a usar el viaje de mi madre como una puerta para eso, ni voy a forzar mi salida.
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