En off. Locutora militante: la influencia cada vez más notoria de la voz preferida por Cristina
La trastienda de la política (y de los políticos)
En las cadenas nacionales la presidenta Cristina Kirchner le da juego propio y pasó a ser muy popular. Se trata de Natalia Paratore, una de las locutoras oficiales con las que cuenta la Casa Rosada (son tres locutores en total, dos mujeres y un hombre), que últimamente tiene mayor presencia en los actos de Cristina. Ella misma es la encargada de elegir las fórmulas con las que hace las presentaciones de la jefa del Estado e incluye allí sus propias proclamas. Primero comenzó por llamar a Cristina "la presidenta de los 40 millones de argentinos", apenas pasadas las elecciones, y hace poco más de un mes incorporó como latiguillo describir a la jefa del Estado como "La presidenta constitucional", una redundancia para el sistema democrático. Su cercanía al secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, y al secretario de Medios, Alfredo Scoccimarro, le abrió las puertas para hacer la publicidad oficial. Militante kirchnerista, comenzó a trabajar con Néstor Kirchner en 2002, en sus equipos técnicos, antes de la llegada del santacruceño a la Presidencia. Con su fervor oficialista llegó a presentar al vicepresidente como "el más amado", en referencia a Boudou. También tuvo sus furcios. Por cadena, rebautizó al creador de la Bandera como "Juan Manuel Belgrano".
Olvido
Reescritura del relato oficial
Juan Manuel Abal Medina y Axel Kicillof tienen la dicha de creer que la película comienza cuando ellos ingresan en el cine. O en la Biblioteca Nacional. El martes pasado, Kicillof volvió a presentar su Informe Mosconi, donde se acusa a Repsol de intentar el vaciamiento de YPF. Abal le hizo la segunda voz. Entre los expertos llamaron la atención varias omisiones. Por ejemplo, que nunca mencionaran a la familia Eskenazi, que condujo la empresa desde 2008, obedeciendo a una iniciativa de Néstor Kirchner (el fiscal Stornelli investiga ese desembarco de los Eskenazi, para preocupación de un santacruceño clave). También resultó curioso que Kicillof no se haya preguntado cómo la Comisión Nacional de Valores, tan obediente a la Presidenta, no hizo nada para impedir el daño. Abal y Kicillof llegaron a un extremo casi cómico con su historiografía: se quejaron del "ejército de alcahuetes que aplaudía a un capital privado que estaba destruyendo a la compañía". ¿Es que alguno de ellos levantó, en esos años, la voz? Podrían haberlo hecho, ya que este diario publicó varias veces con lujo de detalles los datos que, recién ahora, los indignan.
Poeta
Un publicista en busca de premios
El publicista kirchnerista Fernando Braga Menéndez potenció su culto al bajo perfil en los últimos meses y esto no sólo responde a una estrategia preparada para evitar polémicas o exposición pública. Una de las razones centrales de esta decisión al parecer tiene que ver con la dedicación a pleno que le otorgó a la poesía. El publicista predilecto del Gobierno dedica buena parte de su tiempo libre a la poesía y ya publicó un libro que se llama Textos, con un variado menú poético. Braga Menéndez no sólo se entusiasmó con la idea de escribir poemas, sino que se animó también a competir a nivel internacional en los caminos de la literatura. Hace unas semanas viajó a Cuba para recibir un galardón que le otorgaron por participar en un concurso para la semana internacional de la poesía. También se presentó a un concurso literario en China y promete seguir sacando ejemplares.
Hazaña
Un radical que va por la ruta
El intendente de Ushuaia, el radical Federico Sciurano, participará de una maratón de 210 kilometros para unir la capital de Tierra del Fuego con Río Grande y recaudar así dinero, que será destinado a la compra de una camioneta para la Fundación Un Lugar en el Mundo. Para ello se entrena en doble turno: comienza a las 6.30 y retoma el ejercicio al atardecer, siempre controlado por un equipo de expertos dada su condición de insulinodependiente. Sciurano atravesará el paso Garibaldi, que cruza la Cordillera en la provincia más austral.
lanacionar