La protesta callejera: sigue la escalada de manifestaciones. Los ataques piqueteros preocupan a empresarios
Reclaman que actúe la Justicia
Los empresarios coinciden en la necesidad de terminar con la violencia piquetera, pero están tan divididos como los movimientos de desocupados a la hora de evaluar la actitud del Gobierno sobre el asunto. La mayoría respalda la posición oficial de dialogar y de no reprimir, pero, simultáneamente, pide que se impidan los ataques a la propiedad privada.
Algunos culpan a los jueces y fiscales de inacción. Otros se la achacan al Poder Ejecutivo. Muchos están desconcertados con lo que hace el presidente Néstor Kirchner y su equipo.
"Coincidimos con la postura del Gobierno de no reprimir porque se produciría alguna víctima, que es lo que parece que buscan ciertos grupos piqueteros", opinó el presidente de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), Carlos de la Vega, que admitió que en su entidad no todos opinan igual. De la Vega alentó que los jueces y los fiscales "participen más activamente en la aplicación de las leyes". Se quejó de que unos y otros "no aparecen".
El presidente de la CAC apoyó que el Gobierno dialogue con los piqueteros, incluidos los duros, "porque no hacerlo sería legitimar la protesta callejera que viene agobiándonos desde hace años, que ha generado inseguridad y serios perjuicios económicos en las principales avenidas de la ciudad y por la imagen del país que se transmite a todo el mundo por TV".
Otro alto dirigente empresario, que, como la mayoría de sus pares, prefiere el anonimato, opinó que la actitud de Kirchner "afecta la economía". Este ejecutivo de la rama industrial considera que debe eliminarse la intermediación de las organizaciones de desempleados en la entrega de la ayuda social y planteó la necesidad de "que el dinero llegue a la gente".
"El Gobierno puede mantener diálogo con todo el mundo, pero eso no quita que, si se invade la propiedad privada, actúen la policía y la Justicia", advirtió un ejecutivo de una de las grandes compañías industriales.
El director de otro grupo manufacturero de relevancia admitió: "No entiendo la estrategia oficial, hacia dónde apunta. ¿A institucionalizar un movimiento social, como hubo otros en la historia?". Reconoce, no obstante, que "lo concreto es que se ha desactivado buena parte de las acciones piqueteras y ahora estos grupos están circunscriptos a cúpulas con poca capacidad de movilización y más profesionalizadas, que durarán muchos años, pero están terminando como Quebracho".
"Esto ya no es el movimiento piquetero original -dijo- sino una mezcla de grupos de interés concretos, movimientos políticos y servicios de inteligencia, sin un reclamo social."
"No hallaron la solución"
El vocero de una compañía que ha sufrido ataques piqueteros tampoco entiende la actitud oficial. "Sentimos que hay preocupación del Gobierno, pero aún no hallaron la solución. Ningún empresario quiere una represión desordenada, pero sí espera la acción más firme de la Justicia. Hay que encontrar un camino político, pero que los fiscales actúen de oficio", sintetizó.
"Nos da igual a quién recibe el Gobierno. Nosotros también recibimos a los piqueteros. Pero no se puede permitir que hagan lo que hacen", reclamó el director de otra de las compañías atacadas. "Es razonable dialogar en un momento por una situación social grave, pero hay que poner un límite cuando se violan los derechos del otro. Esto ahuyenta las inversiones. El problema es que el Gobierno no hace nada", se cansó este alto ejecutivo.
Consultado sobre la responsabilidad del Poder Judicial, respondió: "¿Vos creés que el Gobierno no podría actuar? Si hay un delito, la Policía, que depende del Ministerio de Justicia, debería detener al que lo hizo. ¿O la Policía consulta a los fiscales si un ladrón entra en mi casa? La instrucción a la Policía es no meterse".
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