Los contactos de la UCR con Pro y Massa tensionan el armado de UNEN
Las conversaciones para compartir frentes están avanzadas en una decena de provincias; los candidatos presionan para apurar la campaña nacional y acotar la oferta de presidenciables
La reunión del martes pasado fue sólo la punta del iceberg. El primer encuentro cara a cara entre Ernesto Sanz y Julio Cobos y una docena de candidatos a gobernador de la UCR puso en escena el debate que por estas horas domina cualquier tertulia radical: cómo conciliar la amplitud de los armados locales, clave para conquistar gobiernos provinciales, con la estrategia aún irresuelta del Frente Amplio-UNEN a nivel nacional para disputar la presidencia en 2015.
Aunque el mapa muestra realidades dispares, el núcleo duro está compuesto por los radicales que, aliados con Mauricio Macri o con Sergio Massa (y en algunos casos con ambos), corren con buenas chances de vencer al kirchnerismo en sus provincias. Son los que comieron con Sanz y Cobos el martes.
Un caso paradigmático es el del tucumano José Cano, líder del Acuerdo Cívico y Social, frente que desde 2009 contiene a Pro. Aunque el año pasado la UCR y el macrismo fueron separados, el acuerdo para 2015 ya está cerrado. "Para posicionar a los candidatos tenemos que potenciar al partido y para eso tiene que quedar claro que en las provincias tenemos que abrirnos a otros espacios", reflexionó Cano ante LA NACION.
En Catamarca, el radicalismo y Pro están jurídicamente vinculados. El año pasado compartieron frente y vencieron al FPV. Allí el apoyo del macrismo al radical Eduardo Brizuela del Moral es un hecho.
En Jujuy, Gerardo Morales aspira a desbancar a Eduardo Fellner. Más que con Pro, de estructura incipiente en la provincia, el senador aspira a sumar al PJ disidente, liderado por Alejandro Snopek, hoy cercano a Massa. "Estamos conversando con todos. Necesitamos armar con total libertad para que los frentes sean lo más amplios posibles. Acá está en juego la posibilidad de derrotar al autoritarismo", apuntó Morales ante la consulta de LA NACION.
En su última visita a Jujuy, a fines de agosto, Macri se reunió con Morales y con el intendente de San Salvador, el radical Raúl "Chuli" Jorge. Según pudo saber LA NACION por el relato de dos asistentes, la charla fue tensa, aunque dejó una puerta entornada para negociar más adelante.
La premisa de sumar para polarizar al máximo con "el modelo kirchnerista" también aparece con fuerza en Santa Cruz, donde Eduardo Costa tiene cerrado un acuerdo con Macri, aunque también conversa con Massa. El esquema de polarización se repite en Formosa, tierra del eterno Gildo Insfrán. Allí la UCR tiene como precandidatos al diputado cobista Ricardo Buryaille y al senador Luis Naidenoff, alineado con Sanz, y desde 2009 comparte frente con el PJ disidente, encabezado por el ex gobernador Vicente Joga. Pro recién está tramitando la personería.
"En Formosa enfrentamos un régimen autoritario y todo lo que se oponga a Insfrán suma, más allá de las diferencias. En las provincias, se viven realidades que, a veces, son difíciles de entender desde la Nación", reflexionó Buryaille, de buen diálogo con Massa.
Con el razonamiento del formoseño coincidió Julio Martínez, el candidato radical en La Rioja. "En el interior la lógica no es: «Estás con Massa o estás con Macri». Son espacios opositores que hoy se alinean con ellos, pero con los que trabajamos hace años", planteó a LA NACION.
En La Pampa, los casi 20 puntos que Pro sacó el año pasado con Carlos Mac Allister como candidato alientan la búsqueda de un acuerdo de parte de la UCR, que postula al intendente de Santa Rosa, Francisco Torroba.
"Queremos sumar al PJ disidente y a Pro. Necesitamos un frente mucho más amplio que UNEN a nivel nacional", dijo a LA NACION desde Chaco la intendenta de Resistencia y candidata radical, Aída Ayala.
Aunque algunos lo admiten más rápidamente que otros, todos los radicales con posibilidad de ser gobernadores en 2015 creen que el ruido del armado de UNEN a nivel nacional y, sobre todo, el coqueteo con Macri impactan negativamente en sus campañas y atentan contra la concreción de los acuerdos con Macri y Massa que, por ahora, en la mayoría de los casos, son conversaciones auspiciosas.
"No podemos arriesgarnos a que por el quilombo nacional se frustren los acuerdos en las provincias. Tenemos candidatos en todo el país. Es nuestro principal capital frente a Massa y de Macri, y desperdiciarlo sería un error gravísimo", reflexionó ante LA NACION uno de ellos. La discusión está planteada. Y recién empieza. De hecho, encuentros como el del martes se repetirán de aquí en más todos los meses.
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