Los errores generaron pases de factura y cruces internos en el Gobierno

El proceso volvió a "foja cero", pero el golpe repercutió en todo el Gobierno, en particular en la mesa chica del presidente Mauricio Macri . La marcha atrás que ayer dio con el ajuste en las jubilaciones y el acuerdo por la deuda con Correo Argentino fue la respuesta que encontró el jefe del Estado a dos errores que provocaron una fuerte tensión y que incluyeron varios pases de facturas internas.

Si bien se trató de equivocaciones casi simultáneas, dentro del Gobierno hicieron evaluaciones diferentes. Según admitieron fuentes oficiales en diálogo con LA NACION, el acuerdo entre el Grupo Macri y el Estado para cerrar el concurso preventivo que el Correo Argentino arrastra desde 2001 se produjo por "negación", mientras que la modificación a la normativa reglamentaria que especifica cómo hacer el cálculo que arrojó el último aumento de las jubilaciones y pensiones por la ley de movilidad se generó por "agotamiento".

El problema medular del caso del Correo tiene que ver con un tema que no tiene solución para Macri: su relación con su familia y, en particular, con su padre. Vínculo que ayer calificó "como un capítulo aparte". Ese lazo conflictivo fue, según relató uno de los hombres de confianza del Presidente, el disparador del error. Es que nadie se quiere meter.

"Los Borgia son los Borgia, nunca serán la familia Ingalls", describió un funcionario que conoce a Macri desde hace varias décadas.

Ninguno de los protagonistas recuerda haber hablado de este tema, que despierta naturalmente mucha sensibilidad. Sólo el jefe de Gabinete, Marcos Peña, admitió públicamente que el ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad, le había mencionado "al pasar que había que resolver" la deuda entre el Estado y el Correo Argentino. Lo cierto es que en privado nadie se acuerda de esto.

"Cuando algo así pasa todos se escapan. Nadie lo quiere agarrar porque no existen soluciones buenas. No hubo mecanismos de previsión, fue un error por el resultado. La familia le trae dolores de cabeza importantes", confiaron fuentes cercanas al jefe del Estado.

Ahora, un "equipo de trabajo" evalúa diferentes alternativas para evitar nuevos conflictos. "Se está trabajando para establecer estrategias jurídico-procesales, pero que también tenga presente el impacto político. La semana que viene habrá novedades", adelantaron.

Enojo con Basavilbaso

A la hora de dirigir las responsabilidades sobre la polémica que despertó el aumento de las jubilaciones, en la Casa Rosada todos apuntan al director ejecutivo de la Anses, Emilio Basavilbaso . "Tiene bastante autonomía", aseguraron fuentes con acceso al despacho presidencial. Así buscaron encapsular el error en el titular del organismo.

El conflicto, que también volvió a despertar diferencias con el radicalismo y en especial con la diputada nacional Elisa Carrió, cayó pésimo en el círculo más cercano del Presidente. "Mauricio [Macri] se puso como loco", reconocieron fuentes oficiales.

Macri contó ayer que habló con Carrió anteayer a la noche sobre el asunto. "Está tranquila. Nos reuniremos la semana que viene. Hay que entender que comenzó el año electoral, hay que desarrollar más que nunca la tranquilidad, la fibra, no salirnos del eje, del día a día y considerando que comenzó el año electoral", relató el jefe del Estado, ante la consulta de LA NACION.

Lo cierto es que Basavilbaso fue el encargado de explicar los porqués y los alcances de los cambios en la manera de aplicar el cálculo de la movilidad. Mientras eso ocurría, hubo versiones que indicaban que quien había convencido al Presidente de hacer el cambio había sido el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. La razón sería que, mediante una corrección que varios técnicos -incluso no cercanos al Gobierno- consideraban adecuada, se conseguiría algún ahorro fiscal que, en el año, rondaría los $ 3000 millones si se suman las diferencias en la movilidad (por aplicar el índice de una u otra manera), tanto por las jubilaciones como por las asignaciones familiares.

Sin embargo, cerca de Dujovne negaron que haya sido así. "La propuesta no salió de Hacienda ni del ministro", afirmaron fuentes del Ministerio de Hacienda.

El director de la Anses, en tanto, les aclaró a los diputados de la oposición que fueron a verlo a su oficina ayer por la mañana que la modificación iba a ser dispuesta por una resolución de la Secretaría de Seguridad Social, que depende de la cartera laboral, a cargo de Juan Carlos Paulucci. Finalmente, ayer el Presidente dio por terminado el asunto antes de que el texto se publicara en el Boletín Oficial.

Estas marchas y contramarchas por ahora no significarán cambios en el gabinete. Ayer, el propio Presidente descartó, al menos en lo inmediato, modificaciones en su grupo de asesores y ministros.

La presentación en conferencia de prensa fue un gesto hacia afuera, pero también en clave interna. "Si me equivoco, doy un paso atrás y me corrijo", sostuvo el mandatario, que se describió como una persona "falible".

El Presidente llegó hasta el Salón Blanco de la Casa de Gobierno acompañado por el ministro coordinador; el jefe de asesores, José Torello, el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis; el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana; el ministro de Finanzas, Luis Caputo, y el vocero presidencial, Iván Pavlovsky.

Con la colaboración de Silvia Stang