Los gobernadores se reunieron para acordar "una estrategia común" ante las paritarias docentes

Los gobernadores se reunieron esta tarde para acordar una estrategia común de cara a las paritarias docente y de estatales. Planean presentar las bases del acuerdo a la Casa Rosada, antes del inicio del ciclo lectivo 2017.

Llegaron desde los distintos espacios, oficialistas y opositores, después de las 15, al piso 7 del Consejo Federal de Inversiones (CFI), en el centro porteño.

Entretanto, docentes de la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera) se concentraron frente al edificio para manifestar su inconformidad con las cifras que proponen los gobernadores, que no superarían el 20 por ciento. Manifestantes cortaron la avenida Callao en la intersección con Juan Domingo Perón, denunciando la intención de los gobernadores de fijar un techo salarial a la paritaria.

Al encuentro de gobernadores, por el peronismo asistieron mandatarios provinciales como Juan Manuel Urtubey (Salta), mientras por otros espacios se hicieron presentes el rionegrino Alberto Weretilneck y el santafesino Miguel Lifschitz, entre otros.

También se hicieron presentes gobernadores de Cambiemos como María Eugenia Vidal (Buenos Aires) y los radicales Gerardo Morales (Jujuy) y Ricardo Colombi (Corrientes). Por la Ciudad de Buenos Aires, en tanto, asistía el vicejefe de Gobierno, Diego Santilli, en representación de Horacio Rodríguez Larreta.

El gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, rechazó la reunión al sostener que la negociación "no debe encararse fuera de la ley de paritaria nacional". "El problema no es discutir el techo o el piso de un aumento salarial sino contemplar la recesión económica, la inflación, el desempleo y el hambre", sostuvo Rodríguez Saá en un comunicado que fue difundido por el diputado nacional Luis Lusquiño, que responde a los hermanos Rodríguez Saá.

Weretilneck, aseguró hoy que "hay un consenso" entre los mandatarios provinciales en que la paritaria docente "tiene que rondar en 17, 18 por ciento", aunque reconoció que "con la pérdida de actividad económica y las tasas altas, la inflación puede estar en 20, 22 por ciento".