Los motivos detrás de las duras críticas de Alberto Fernández al presidente de la Corte Suprema
Por primera vez, y en el lapso de horas, Alberto Fernández criticó abiertamente dos veces a la Corte Suprema. El contenido de uno y otro planteo fue distinto, porque primero apuntó a la falta de implementación de políticas de género en la Justicia y luego cuestionó el tratamiento del recurso de per saltum de los jueces trasladados, Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Germán Castelli. Pero el destinatario del mensaje fue el mismo: el jefe de Estado aludió ambas veces al presidente del máximo tribunal, Carlos Rosenkrantz.
Fernández mira de cerca y con suspicacia los movimientos del titular de la Corte Suprema, a quien asocia con el expresidente Mauricio Macri. Las críticas a la Corte llegan luego de que Rosenkrantz convocara a un acuerdo extraordinario para el martes próximo para expedirse sobre el caso de Bruglia, Bertuzzi y Castelli.
Al mediodía, en un acto para presentar un programa para asistir a víctimas de violencias de género, Fernández apuntó que la Ley Micaela – que prevé la capacitación de funcionarios en temas de género- ya se aplica en el Poder Ejecutivo y en el Poder Legislativo. Y arremetió contra la Justicia: "Le pedimos al presidente de la Corte que se ocupe y solo recibimos silencio. Es importante, porque son ellos los que van a terminar juzgando a los victimarios. Entonces estamos en un problema".
Según pudo reconstruir LA NACION en base a fuentes del Gobierno, Fernández dijo eso porque el Poder Ejecutivo le envió una carta a la Corte Suprema para que se aplique la ley Micaela en la Justicia y "aun no hubo respuesta". "El pedido circuló por las vocalías (del máximo tribunal) cuando no hay mucho para pensar", dijeron cerca del Presidente.
La Ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, afirmó a LA NACION: "Después de haber intentado coordinar por distintas vías la capacitación en género a las máximas autoridades del Poder Judicial, el 23 de junio envié una nota al presidente de la Corte Suprema, Carlos Rosenkrantz, a fin de hacerle saber que necesitábamos fijar una fecha para cumplir con lo que establece la Ley Micaela. Aún no tuvimos respuesta y vamos a reiterar la nota a la brevedad".
En la Corte, sin embargo, destacaron que el trabajo en materia de género que han realizado las juezas Carmen Argibay (fallecida en 2014) y Elena Highton. Además, en la vocalía de Rosenktantz dijeron a LA NACION que "no hay ninguna decisión administrativa o judicial que se esté retrasando por decisión del presidente del cuerpo". En cuanto al trámite por la presentación del Gobierno, afirmaron: "Está en la Dirección de Relaciones Institucionales y está siendo supervisado por la ministra Highton, responsable de llevar adelante las capacitaciones de género en la Corte y el Poder Judicial en general".
Además, la presidencia de la Corte hizo llegar a LA NACION un comunicado, elaborado por Highton, que da cuenta de la tarea que encabeza el tribunal en materia de capacitación de género. Gómez Alcorta replicó que, de todas formas, "la propia Corte incumple con capacitarse en el marco de la Ley Micaela".
Fernández no desconoce el trabajo que ha realizado la Corte desde 2008 con la creación de la Oficina de Violencia Doméstica, ni la labor de Highton (de buen vínculo con el Presidente) y el legado de Argibay.
Jueces trasladados
Más tarde, Fernández dio una entrevista a Radio 10 y volvió a cruzar a Rosenkrantz, esta vez, por uno de los temas más sensibles que tiene la Corte en carpeta y que podría significar un revés para el Gobierno: el tratamiento del per saltum presentado por Bruglia, Bertuzzi y Castelli para resistir al decreto del Gobierno que retrotrajo sus traslados y los obligó a volver a sus cargos anteriores.
Consultado sobre el tratamiento del caso en el máximo tribunal, Fernández respondió: "Me llama mucho la atención, por los comentarios que me llegan y por cosas que se ven dentro de la Corte. Me preocupa enormemente, porque la verdad lo único que estamos haciendo es establecer un orden perdido en el gobierno anterior". Y agregó: "¿Qué pasaría si yo hoy buscara un juez federal que me cae simpático y lo pusiera en el juzgado de (el fallecido, Claudio) Bonadio que está vacante? ¿Qué pasaría si las cuatro vacantes que hay hoy en la Cámara Federal buscara a cuatro jueces que me caen simpáticos dentro de los tribunales orales federales y los hago camaristas por un decreto?. Sería un escándalo. Eso es lo que hicieron".
Seguidamente, volvió a apuntar a Rosenkranz: "¿Cuál es la disyuntiva que tiene el presidente de la Corte que tanto ahínco mete? ¿Qué es lo que está buscando? Yo me lo pregunto, porque realmente cualquiera que ha estudiado Derecho sabe que esto es un escándalo jurídico".
Fernández se refirió así a la decisión de Rosenkranz de convocar a un acuerdo extraordinario para el martes próximo para expedirse sobre el caso de los jueces trasladados, mientras está a estudio su reclamo en la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal. Al realizar la convocatoria, Rosenkrantz destacó que realizar una convocatoria extraordinaria es una facultad que tiene como presidente del tribunal.
El Presidente ve detrás de esa convocatoria un posible revés para el Gobierno y una motivación política. Hoy, en la Corte optaron por no responder a las declaraciones de Fernández sobre el caso de los jueces trasladados.
LA NACIONTemas
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