Conflicto diplomático: la posición de Omar Lafluf, el intendente que quiere las papeleras. "Los piquetes son ilegales y causan daño a la región"
También hizo reclamos a su presidente
La gran convocatoria que anteayer cosechó la marcha en apoyo a la instalación de las dos fábricas de celulosa en Fray Bentos también fue un triunfo suyo. Pero no se queda sólo con eso y reclama.
Omar Lafluf, el intendente de Río Negro, departamento al que pertenece la ciudad en la que desembarcaron ENCE (España) y Botnia (Finlandia), le pidió al presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, que "tome el comando de este barco" y le exigió información sobre la posible paralización de las obras de las empresas.
En diálogo con LANACION.COM, el hombre que la semana pasada amenazó con encadenarse al municipio si se frena la construcción de las plantas expresó, sin embargo, que no maneja esa posibilidad y sostuvo que los piquetes son ilegales y generaron drásticas consecuencias económicas para la región.
-¿Manejan la posibilidad de que se frene la construcción?
-No manejamos la posibilidad de parar las obras. Estamos esperando que vuelva Vázquez de su gira por la región y tome el comando de este barco en su país. Necesitamos que nos informe dónde estamos parados para saber cuál es el camino por seguir.
-¿Cree que Vázquez finalmente pedirá paralizar las obras?
-Seguimos teniendo como información lo que dijo el presidente el sábado último: que se le pediría un gesto a las empresas y que el presidente Kirchner, por otro lado, haría lo suyo con respecto a la asamblea ambiental. Desde esta ciudad repetimos que no es moneda de canje detener las obras a cambio de levantar los piquetes. Lo que es ilegal acá son los cortes. Con las plantas se podrá estar de acuerdo o en desacuerdo, pero son absolutamente legales.
-¿Cómo podría reaccionar Fray Bentos si se detienen las obras?
-Definimos nuestros objetivos: que las plantas se construyan, que no perdamos ni un solo puesto de trabajo y que en el supuesto de que las obras se suspendan temporalmente no estamos dispuestos a que el costo lo paguen los obreros. El camino para lograr esos objetivos lo tiene que definir el gobierno nacional.
Ayer, el presidente uruguayo repitió la estrategia que empezó a desplegar desde principios de esta semana: mostrar una posición de dureza por medio de declaraciones periodísticas al mismo tiempo que funcionarios de su administración apuraban las gestiones para que las empresas aceptaran paralizar las obras como un gesto de buena voluntad.
El presidente uruguayo concluyó ayer en Paraguay una gira regional que lo llevó por Chile, Venezuela, Bolivia y Brasil con el objetivo de transmitir la versión uruguaya del conflicto binacional. Anoche aterrizó en Montevideo y al bajar del avión mostró a los periodistas que lo aguardaban una edición del diario ABC, de Asunción, que titulaba "Argentina exige a Uruguay lo que no cumple con Paraguay", en referencia a los reclamos ambientales que el vecino país transmitió a Buenos Aires en las últimas semanas.
Ayer, en declaraciones a la radio El Espectador, Vázquez repitió que no pedirá a ENCE y a Botnia que detengan la construcción de las dos plantas. "No existe fundamento legal para ese pedido, y además no queremos hacerlo", dijo.
Pese al nuevo embate del mandatario uruguayo, en Buenos Aires prevalecía ayer un ánimo componedor. Funcionarios argentinos consultados por LA NACION insistieron en justificar el cambio público de posición del líder del Frente Amplio: "Lo hace para aplacar los reclamos internos. La oposición lo critica sin miramientos", dijeron.
Por otra parte, fuentes oficiales de ambos países confirmaron que los canales de diálogo seguían abiertos y se mostraron confiados en que los dos "gestos" a los que los presidentes se refirieron hace una semana se concretarán en breve.
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