Los principales puntos del acuerdo
El acuerdo alcanzado a mediados de septiembre pasado entre el gobierno de Néstor Kirchner y el Fondo Monetario Internacional (FMI) le permite a la Argentina refinanciar obligaciones por US$ 21.610 millones. La postergación de los pagos es por un plazo de tres años, en los que el país deberá igualmente girar los fondos que luego van siendo reintegrados.
Del monto total, US$ 12.500 millones corresponden a deudas que fueron contraídas con el FMI, en tanto que US$ 5622 millones son acreencias que mantienen con el país el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y los restantes US$ 3488 millones son deuda con el Club de París y otros acreedores.
Durante el período de vigencia del acuerdo, el país debe hacerse cargo de los montos por intereses, que totalizan unos US$ 2100 millones.
Las pautas
Entre los principales compromisos asumidos por el Gobierno para mantener el acuerdo se cuenta la exigencia de un superávit fiscal primario del 3% del producto bruto interno para 2004, en tanto que la pauta para 2005 y 2006 aún debe negociarse.
También se estableció un pronóstico de crecimiento de la economía de entre el 5 y el 6% para este año, una meta que será fácilmente superada, y una suba promedio del 4% para el período de 2004 a 2006.
Entre las reformas en las que la Argentina debe avanzar se encuentran varios cambios impositivos, como la definición de un nuevo régimen de coparticipación, la ampliación de la base de contribuyentes del IVA, la reducción gradual de la alícuota del impuesto a las transacciones bancarias y la eliminación gradual de las retenciones que pesan sobre las exportaciones, en un cronograma que debería cumplirse desde enero de 2005.
Por otra parte, y además de establecerse que a mediados de este año debería quedar definida la salida del default con los acreedores particulares, se fija el compromiso, aunque sin plazos, de renegociar los contratos de concesión de los servicios públicos, para permitir el análisis de la posible evolución de las tarifas.
En cuanto al sistema bancario, se acordó una compensación a las entidades por la pesificación asimétrica entre sus pasivos y sus activos y se comprometió una reforma de la banca pública, además de una reducción de los niveles de encaje.
La firma del acuerdo, cuya negociación se demoró más de tres meses, le permite a la Argentina obtener, durante este año, un ingreso de fondos provenientes del Banco Mundial y del BID por US$ 1200 millones.
lanacionar