Los temas que esperan definición
Cuando la doctora Elena Highton jure hoy como ministra de la Corte, deberá interiorizarse de causas que van desde los derechos humanos hasta la política económica.
En la Corte, tal como anticipó la semana última LA NACION, se agolpan hoy 10.000 amparos contra el corralón, que esperan sentencia.
Los ahorristas, tanto quienes ya retiraron los depósitos como quienes aún no lo hicieron, desean que termine una historia que comenzó hace tres años y que amenazó a sus ahorros.
Los bancos, por su parte, desean saber cuál es el destino final de la pesificación porque, si en cumplimiento de medidas judiciales devolvieron depósitos a la cotización de mercado del dólar y la Corte avala las normas pesificadoras, alguien -los clientes o el Estado- debería cubrirle el quebranto.
Por no estar completa su integración, la Corte actualmente está virtualmente paralizada. Y esa quietud también se nota en la imposibilidad que tuvo para expedirse sobre las causas vinculadas con las leyes de punto final y de obediencia debida.
Posiciones divididas
Las posiciones sobre las leyes del perdón, en efecto, están divididas y ni Augusto Belluscio ni Carlos Fayt quisieron sumarse al criterio que hoy parece dominante y que coincide con el que sostuvieron los jueces inferiores y mantiene el Gobierno: las leyes fueron inconstitucionales.
Los desmanes de los piqueteros también entraron en la agenda de la Corte: tiene en estudio una condena contra la docente Mariana Schifrin, que fue condenada por la Justicia por participar de cortes de ruta en 1997 y cuya causa analiza el alto tribunal.
Otras causas similares aguardan el turno para ingresar en estudio de la Corte. Varios analistas políticos consideran decisiva una definición expresa sobre un tema de tanta actualidad.
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