Los votos en blanco no benefician a nadie
Técnicamente, ningún postulante se perjudica, aunque un alto número de sufragios no válidos deslegitimizaría al ganador
Los encuestadores pronostican que en la segunda vuelta electoral aumentará el porcentaje de votos en blanco y nulos, que en las elecciones del 27 de abril último sumaron apenas el 2,51 por ciento del total. También estiman que aumentará la abstención.
¿La razón? Muchos ciudadanos que no votaron a Carlos Menem ni a Néstor Kirchner en la primera vuelta electoral están molestos porque en el ballottage deberán optar entre dos candidatos peronistas que no les convencen.
Para expresar su malestar planean votar en blanco, anular su sufragio o directamente no concurrir a votar. ¿A quién beneficiarán con esa decisión? ¿A Kirchner, que aparece como el vencedor? ¿O a Menem, que todas las encuestas conocidas hasta el momento señalan como perdedor?
Matemáticamente no beneficiarán a uno ni a otro. Aunque, políticamente, perjudicarán al ganador, porque le restarán legitimidad a la hora de asumir.
El artículo 151 del Código Electoral Nacional dispone que en la segunda vuelta electoral participarán solamente las dos fórmulas más votadas en la primera vuelta y resultará electa la que obtenga mayor número de votos afirmativos válidamente emitidos.
Esto significa que ganará por mayoría simple la fórmula que coseche más votos en su favor (aunque la diferencia sea de apenas un sufragio). Y que los votos blancos y los anulados quedarán fuera del recuento porque los primeros son considerados válidos, pero no son afirmativos, y los segundos son justamente los no válidamente emitidos.
A diferencia de lo que ocurre en el ballottage -en el que no se exige al candidato vencedor ningún porcentaje para consagrarlo presidente-, en la primera vuelta electoral, los votos en blanco y los anulados sí inciden en el resultado final porque ayudan a que el candidato con más votos necesite menos sufragios para resultar ganador.
La Constitución nacional establece en los artículos 97 y 98 que ganará en primera vuelta la fórmula que obtenga más del 45 por ciento de los votos afirmativos válidamente emitidos, o por lo menos el 40 por ciento y una diferencia mayor de diez puntos porcentuales respecto del total de los votos válidamente emitidos. Si no, deberá realizarse el ballottage dentro de los 30 días siguientes.
En los últimos comicios, Menem consiguió el 24,3 por ciento de los votos y Kirchner, el 22 por ciento, según el escrutinio provisional.
En la primera vuelta electoral, habían alentado el voto en blanco, nulo o la abstención, un sector mayoritario del movimiento piquetero y algunos partidos de izquierda, entre ellos Autodeterminación y Libertad, liderado por Luis Zamora. No tuvieron éxito con su consigna: cosecharon menos de 500.000 votos en todo el país.
Para el ballottage, ya adelantaron que llamarán a votar en blanco, anular el sufragio o no concurrir a votar la mayoría de los partidos de izquierda y los mismos grupos piqueteros.
Pronósticos
"Históricamente, en los países en los que hay ballottage, en la segunda vuelta aumentan el voto blanco, el nulo y la abstención", explicó a LA NACION Enrique Zuleta Puceiro, de la consultora OPSM. El analista de opinión pública estima que los votos en blanco y nulo subirán un poco y rondarán el ocho por ciento del total.
La última encuesta de Artemio López, de la consultora Equis, calcula que el voto en blanco, el nulo y la abstención sumarán en conjunto el 12,1 por ciento de los votos.
El porcentaje seguirá siendo bajo si se lo compara con el registrado en las elecciones legislativas de octubre de 2001, cuando el voto negativo o "voto bronca" fue el gran protagonista de la jornada y en algunos distritos, como Santa Fe, alcanzó a la primera fuerza electoral con un 40 por ciento de los votos.
Distintos tipos de sufragio
Los votos que se tienen en cuenta a la hora del escrutinio se tipifican de la siguiente manera, según lo establece el Código Nacional Electoral:
- Válido: son los votos emitidos mediante boleta oficializada a pesar de que tuvieren tachaduras de candidatos, agregados o sustituciones de nombres propios. Si en el sobre aparecen dos o más boletas oficializadas del mismo partido y categoría de candidatos, se cuenta una sola de ellas y las demás boletas se destruyen.
- En blanco: voto emitido cuando el sobre está vacío o contiene un papel de cualquier color sin inscripción alguna.
- Nulo: voto emitido mediante boleta oficializada que contenga inscripciones o leyendas de cualquier tipo, salvo los supuestos de tachaduras y agregados de nombres propios; voto emitido mediante dos o más boletas de distinto partido; voto emitido mediante boleta oficializada que, por destrucción parcial, defecto o tachaduras, no contienen el nombre del partido y la categoría de candidatos por elegir; cuando en el sobre, además de la boleta, se han incluido objetos extraños a ella.
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